Un pequeño pueblo de 1.200 familias en la provincia china de Yunnan está viviendo un auténtico boom gracias a las habilidades en el trabajado de metales nobles de sus artesanos.
El pueblo, llamado Xinhua, está situado en la prefectura autónoma de Dali Bai, en Yunnan, y es conocido en todo el país gracias a sus 1.200 años de historia de exquisita artesanía de la plata.
A pesar de estar agraciado con magníficas fuentes de montaña, el hermoso pueblo ha vivido un importante éxodo de artesanos en los últimos tiempos.
Son muy apreciados en lugares tan lejanos como la provincia de Fujian, en el este del país, o la de Gansu, en el noroeste. Incluso son muy bien bienvenidos en Qinghai y Tíbet, donde los objetos de plata son comunes y se usan de forma generalizada en rituales religiosos.
Antes de la década de los noventa, a uno le hubiera resultado muy difícil encontrar a un solo aldeano que hubiera ido a la escuela secundaria. “ Todos se fueron a otros lugares a ganar dinero, ya que después de todo era más fácil hacerse rico mediante el trabajo de la plata que leyendo libros”, comenta Cun Zhongtang, director del departamento de cultura del condado de Heqing.
Además, sus esposas también los acompañan, ya que las mujeres de Xinhua son también particularmente duchas en este arte. Por eso, los niños se quedan solos al cuidado de sus abuelos, mientras que los padres envían dinero al final de año.
Como consecuencia, Xinhua se convertió en poco tiempo en el pueblo más rico del condado de Heqing. Las familias solían poner a menudo anuncios comunicando cuanto dinero ganan sus familiares, con cantidades a menudo alcanzando los 10.000 yuanes ($1.540) por año, una gran suma a principios de los noventa..
Al menos 800 de las 1.200 familias del pueblo se dedican a la antigua artesanía de la plata. Cun Fabiao, de 49 años, que consiguió el título de "Maestro de Artes Tradicionales" por la UNESCO en 2003, es el artesano más famoso de Xinhua.
Cun nació en una familia de artesanos que sirvieron a los emperadores de las cortes Ming (1368-1644) y Qing (1644-1911). Descendiente de esta ilustre familia de seis generaciones de artesanos, construyó su horno y su martillo., las herramientas básicas de su oficio y una parte esencial de su vida, cuando sólo tenía 16 años.
En 1987, Cun fue al Tíbet y estuvo dos meses haciendo una réplica del palacio de Potala, que fue seleccionado como regalo a los Estados Unidos por una delegación china que iba de visita al país.
Su éxito empujó a otros artesanos de Xinhua a ir al Tíbet, por lo que pronto buena parte de sus habitantes acabó dominando el mercado de los productos de plata tibetanos, así como el comercio de artesanías con los países fronterizos. Sin embargo, todos los artículos llevaban la marca "Tíbet" en vez de la marca "Xinhua".