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LA VIEJA QUE ESCUPÍA AGUA*(Penshui)
Una noche, una señora dormía en la sala principal una casa desvencijada, guardada por sus dos sirvientas. De pronto, oyeron un ruido extraño que procedía del patio, como si alguien estuviera escupiendo. La mujer dijo a sus sirvientas que, por discreción, hicieran un agujero en las celosías de papel para ver qué había fuera. Al mirar a través del pequeño hueco, pudieron ver a una vieja, pequeña y jorobada, con su pelo canoso recogido sobre la cabeza, moviéndose por el patio como una garza. A medida que caminaba, brotaba sin parar de su boca un chorro de agua. Horrorizadas, lo dijeron a su señora, quien se acercó para ver por sí misma. En el momento en que la señora acercó su ojo al agujero, la vieja se acercó y escupió una bocanada de agua, rasgando el papel de la celosía. Llenas de pavor, las tres mujeres cayeron desmayadas al suelo.
Al amanecer, los sirvientes llamaron a la puerta de la sala y, al no obtener respuesta, forzaron la entrada y descubrieron a la señora y las sirvientas que yacían aparentemente muertas una junto a la otra. Una de las sirvientas parecía mostrar signos de vida; la incorporaron y, tras recuperarse, contó lo ocurrido.
El hijo de la señora llegó a la sala y quedó estupefacto de dolor. Ordenó examinar el lugar en el que la vieja había sido vista y al excavar unos tres pies de profundidad, hallaron un mechón de pelo canoso; siguieron excavando y hallaron los restos del cadáver de una vieja tal y como la sirvienta había descrito, con la cara aún cubierta de carne, como si estuviera viva. El hijo ordenó que lo golpearan y al hacerlo, la carne y los huesos se deshicieron. Bajo la piel, el cadáver estaba completamente carcomido y en su interior sólo había agua.
*Basado en un relato de Pu Songling (1640-1715)