El ejercicio físico intenso, con el que se sudaría copiosamente, debe evitarse en invierno, ya que consume demasiada energía yang cuando esta necesita ser conservada. En cambio el Tai chi, los paseos o unos simples estiramientos son buenos durante esta época del año. En cuanto a nadar, este es un deporte que no es aconsejable para todo el mundo durante el invierno, ya que aquellas personas más débiles pueden coger fácilmente un resfriado, y el agua fría roba al cuerpo una gran cantidad de energía yang.
Es mejor, además, no quitarse la ropa durante el ejercicio hasta que el cuerpo se haya calentado, y cambiarse de ropa después del mismo. Sentarse sobre una superficie fría después de hacer ejercicio es también poco saludable, ya que el frío patógeno podría invadir el cuerpo desde abajo, moverse a través de la espalda y llegar a la cabeza, minando la salud de este órgano vital.