La historia habla
Hudson Dunne, un mozo desde London, visita la casita de Beijing y coge un pincel en la mano. Los periodistas chinos le observan con mucha curiosidad y atención por saber si este extranjero sabe dominarlo.
En otra parte de la casita, la compañera del mozo Janet Carson está probando a colocar filamentos de cobre y esmaltar sobre las botellas de cloisonné. Dice:” ¡Es verdaderamente increíble! Para rellenar los complicados y cambiantes colores en un espacio de metal tan limitado como éste, deben ser muy ordinarios los fracasos para los principiantes.”