Un sombrero cónico fabricado con bambú, unas sandalias de kung fu y hasta manuales de instrucción de artes marciales secretas pueden adquirirse en la tienda en línea del templo Shaolin, bajo su propia marca registrada.
Pero para realizar el sueño de convertirse en un guerrero Dragón, como el panda Poe, es mejor darse de alta en los entrenamientos de kung fu que el legendario templo del kung fu.
Luego de una serie de manejos comerciales, el monasterio en la central provincia china de Henan, comenzará a hacer publicidad de la práctica secreta de "Yijinjing" o literalmente "Obra clásica sobre el cambio de músculo-tendón", a través de publicar libros y ofrecer cursos de entrenamiento, de acuerdo con el rotativo Oriental Morning Post, de Shanghai.
"Hemos hecho discos compactos y libros de texto de Yijinjing aunque estamos planeando organizar cursos de entrenamiento primero en las grandes ciudades del país, y luego en las más pequeñas", dijo Cheng Tao, encargado del centro de investigación de artes marciales afiliado al templo.
Sin embargo, no reveló ningún calendario de actividades, o costos por curso.
Algunas fuentes afirmaron que el templo Shaolin podría cooperar con gimnasios y centros de yoga para proporcionar los cursos de Yijinjing, aunque Cheng afirmó que no estaba enterado de ello.
El Yijinjing, conocido también como la "yoga china", busca convertir los ligamentos y tendones flácidos y frágiles en unos fuertes y resistentes, mediante un conjunto de movimientos corporales y métodos de control de la respiración.
"Consideramos que la práctica de Yijinjing puede mejorar la capacidad de los practicantes de artes marciales y construir un cuerpo fuerte, incluso si se trata de principiantes", agregó Cheng.
Afirmó que son movimientos fáciles de realizar.
Tradicionalmente, los maestros del kung fu solamente enseñaban sus habilidades a un reducido y selecto número de aprendices, basados más en sus virtudes que en sus condiciones social o económica.
Este último movimiento comercial ha expuesto al templo Shaolin dentro de una áspera crítica, a las cuales el santuario de kung fu, con 1.500 años de antiguedad, no es ajeno.
Cerca del 90 por ciento de los 500 usuarios de un foro en el portal sina.com comentaron su desacuerdo seis horas después de que se emitiera la nota sobre la comercialización del templo.
"El templo ha sido degradado a una mercadería", aseguró un cibernauta anónimo desde la provincia de Hubei (norte).
El abad del templo, Shi Yongxin, no quiso formular ningún comentario al respecto.
"No conozco bien ese asunto todavía", dijo a Xinhua.
Shi se ha ganado ya el sobrenombre de "el monje CEO" desde que muchas personas lo han acusado de convertir el templo Shaolin en un negocio.
En los años anteriores, bajo su liderazgo, el templo ha desarrollado aventuras empresariales como espectáculos de kung fu, producción de películas y ventas por internet.
Pero los seguidores de Shi aseguran que este es un buen modo de desarrollar el templo en una sociedad como la de hoy, porque la operación comercializada ayudará a proteger y a divulgar el kung fu chino mucho más.
El templo Shaolin, fundado hace unos 1.500 años en la provincia de Henan, es famoso por la combinación de artes marciales y el budismo Zen.