En medio del furor olímpico, una pareja de italianos estaba en busca de un lugar tranquilo para poder orar por su hijo, un atleta que participa en la Olimpiada.
El padre Peter Zhao Jianmin (al centro) conduce la misa en la iglesia católica de Xuanwumen en Beijing.
El 17 de agosto encontraron el lugar y el tiempo necesarios para hacerlo – cerca de la fuente, en el átrio de la iglesia católica de Xuanwumen, al sur de Beijing.
“Oramos para que nuestro hijo tenga el mejor desempeño posible durante los juegos y esperamos que pueda ganar el oro en la competencia de mañana,” comentó Carlo Cassina.
Su hijo, Igor Cassina, es un hombre muy conocido en Italia. Igor, de 31 años, obtuvo la medalla de oro en la barra horizontal en los juegos de Atenas 2004.
“Estamos satisfechos con los servicios religiosos que se ofrecen aquí,” dijo el padre de Igor.
Los Cassina son un par de entre los visitantes que están haciendo uso de las instalaciones religiosas y de los servicios ofrecidos por las autoridades.
Según se informa, las iglesias de Beijing han estado preparando servicios religiosos para los más de 400 mil visitantes extranjeros esperados durante la Olimpiada, esta preparación incluye misas en lenguas extranjeras.
Como una de las veinte iglesias católicas de Beijing, la de Xuanwumen celebra dos misas en inglés y una en latín cada domingo, comentó el padre Matthew Zhen Xuebin, secretario general de la diócesis católica de Beijing.
Otras iglesias tambien tendrán misas en alemán, italiano, español y francés para responder a las peticiones de organizaciones extranjeras, señaló Zhen.
“Tenemos suficiente información de los servicios religiosos que se dan en la ciudad, a través de reportes de prensa, folletos repartidos por las iglesias y por nuestros amigos residentes. Ha resultado muy agradable orar aquí, igual que en cualquier otra parte del mundo,” dijo un visitante norteamericano.
Las iglesias tambien cuentan con voluntarios bilingües para asistir a los visitantes y distribuir folletos de viaje.
“Visto desde la situación actual, todas los requerimientos que los extranjeros católicos pueden tener en Beijing son satisfechos,” afirmó Zhen.
Con motivo de la Olimpiada, algunos curas de diferentes iglesias han incluído a los Juegos Olímpicos y a los atletas en sus oraciones. “Hospedar la Olimpiada es contribuir a construir un mundo hermoso, y ello va de acuerdo con los valores católicos de amor, justicia y paz,” explicó Zhen.
Actualmente contamos con cerca de 100 mil católicos en la ciudad. La diócesis tiene veinte parroquias, cincuenta y cinco sacerdotes y un convento; así como un seminario con veinte seminaristas.
El número de católicos ha explotado en los últimos años, la diócesis ha tenido que entrenar más padres y construir más iglesias para responder a la demanda, terminó Zhen.