Una pintura tibetana Thangka que representa la línea ferroviaria Qinghai-Tíbet y los hermosos paisajes que recorre, está a la vista de los visitantes en una exposición en la provincia noroccidental china de Qinghai para conmemorar el tercer Día de Patrimonio Cultural de China.
Una Thangka de 195,6 metros de longitud y 1,2 metros de anchura, un tipo de pintura enrollada y montada sobre un brocado, fue presentada el sábado en la Exposición Internacional de Qinghai de Patrimonio Cultural y Arte Thangka en Xining, capital provincial.
Casi todas las Thangkas anteriores se limitaban a las figuras e historias religiosas, mientras que esta nueva obra, titulada "Ruta Celestial", constituye el primer y más largo ejemplar de este tipo que describe la vida moderna de los tibetanos, informó su diseñador, Bao Lin.
"Queremos dar a los visitantes de la muestra una idea general acerca de la vida actual de los tibetanos, y las condiciones ecológicas de la meseta Qinghai-Tíbet tras la construcción de la línea ferroviaria situada a mayor altitud del mundo", comentó.
Puesto que resultaba difícil representar escenas de la naturaleza y actividades modernas en pintura Thangka, la obra requirió la participación de más de 60 artistas tibetanos durante cuatro años para completarla, indicó Bao Lin.
Desde su entrada en funcionamiento el 1 de julio de 2006, la línea Qinghai-Tíbet ha sido denominada también por los residentes locales como "Ruta Celestial", por permitir la llegada de un mayor número de turistas y el transporte de productos locales desde el Tíbet a otras regiones del país.
La pintura tibetana conocida como Thangka, de más de 1.000 años de antigüedad, se suele realizar sobre lino o tejidos de algodón y montar sobre un rollo de brocado. Constituye una señal de la devoción al budismo de los tibetanos y fue incluida en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO en 2006.