El 10 de abril, algunos aldeanos que estaban construyendo una carretera en la ciudad de Chongqing, suroeste de China, descubrieron una tumba antigua accidentalmente. Los testigos describieron que los frescos brillaban como luces rojas cuando fueron desenterradas por primera vez.
Los nativos de la Aldea Linggetang estaban construyendo una carretera durante ese día. Mientras el excavador operaba sus brazos de acero, la tierra se hundió de repente y apareció un hueco, manifestaron los testigos al Chongqing Times ayer.
“La cueva brilló, parecía que luces rojas estaban brillando desde dentro; ¡todos nosotros estábamos atontados!” recontó uno de los aldeanos. Poco después, ellos distinguieron que los objetos brillantes eran frescos vivos dentro de la tumba. Nubes, caballos, ciervos y bellezas femeninas habían sido pintadas y preservadas en las paredes de la cueva. Además de los frescos, los aldeanos también descubrieron a cuatro figurillas de animales de cerámica y dos cazuelas.