El 13 de enero, 《Despidiendo a mi concubina》, la primera ópera clásica de China interpretada al estilo occidental, debutó con su giro por Estados Unidos en un teatro de óperas en San Francisco, al cual asistieron cerca de 3.000 espectadores.
El arte operístico nacido en Europa no es popular en China. Sin embargo, considerándolo como una “perla brillante de la corona artística”, los conjuntos profesionales chinos han persistido en representar sus obras clásicas. A fin de acumular experiencias, han invitado a famosos directores, protagonistas, coreógrafos y diseñadores de vestuario extranjeros para tomar parte en cada función importante. No obstante, los “esfuerzos mixtos” han impedido que dichos conjuntos ganaran superioridad en el plano internacional. La ópera 《Despidiendo a mi concubina》, adaptada de una historia antigua china, es fruto totalmente propio. Desde los escritores hasta los actores, así como los productores detrás del telón, todos pertenecen al Teatro Central de Óperas. Las personalidades profesionales denominan a su giro por el mercado internacional como un viaje de“rompehielos” de la ópera china.
Xiao Bai, compositor de esta ópera, expresó al periodista del Diario Matutino que, en comparación con la ópera europea que tiene una historia de 400 años, la china ha recorrido sólo una trayectoria exploradora de 80 años, cuyo desarrollo real surgió aún después de la implementación de la política de reforma y apertura. “Antes de la revolución cultural, los actores representaban la ópera con el alma en un hilo,” describió Xiao con humor negro. Después de la apertura, los conjuntos artísticos hicieron lo imposible para ofrecer al público todas las obras clásicas de fama mundial, del cual nació un buen número de actores de reputación internacional. Ahora ha llegado el momento de demostrar la madurez global de estos conjuntos.
Los espectadores que presenciaron el debut de la ópera china manifestaron: “Aunque los europeos tienen la buena costumbre de contemplar óperas occidentales, no pudieron contener su curiosidad por una ópera china nunca vista como ésta.” 《Despidiendo a mi concubina》, fijada el año pasado por el Teatro Central de Óperas como un nuevo programa prioritario anual, se representará en seis ciudades estadounidenses. 《Otelo》, otra ópera clásica ensayada por este teatro, de Shakespeare, será representada en Europa. Esta ópera, considerada por los círculos operísticos como una obra muy difícil de interpretar, cuenta con el elenco, el coro y la orquesta instituidos por el propio teatro, con la finalidad de demostrar su fuerza integral al público europeo.