En la antigüedad, muchas pinturas se hacían en los muros o biombos, y hasta hoy día se ven aún las pinturas murales conservadas en cementerios de las dinastías Han (206 a.n.e.-- 220.n.e.) y Tang (618-907). Gu Kaizhi, pintor famoso de la dinastía Jin (265-420), era hábil en pintar temas históricos.
En su obra "La Diosa Luobin" describió el encuentro del poeta Cao Zhi y la diosa Luobin. Las dinastías Tang y Song (960-1279) constituyeron el apogeo pictórico de China. Wu Daozi, pintor de la dinastía Tang, conocido como el "santo de la pintura", se especializaba en las pinturas de personajes y paisajes. El pintor de la dinastía Song del Norte (960-1127), Zhang Zeduan describió, en el "Festival Qingming sobre el Río", la prosperidad de la ciudad de Bianliang, capital de esa dinastía. Esta es una importante pintura con valor histórico.
Li Sixun y su hijo Li Zhaodao, de la dinastía Tang, utilizaban las tintas hechas con materiales minerales, por eso sus pinturas se mostraban resplandecientes y magníficas. Wang Wei promovió la pintura con tinta china. En sus obras, los trazos son enérgicos y las nubes y aguas volantes. La pintura de flores y pájaros constituye una importante variedad y sus obras son muy expresivas.