Arqueólogos chinos han descubierto cerca de un millar de tumbas de la época imperial, algunas de ellas con 2.200 años de antigüedad, en la provincia central china de Henan.
La mitad de las tumbas fueron construidas en la dinastía Zhou del Este (770-221 a.C.) y la dinastía Han (206 a.C-220 d.C.). El resto podrían pertenecer a la dinastía Jin (317-518), la dinastía Wei del Norte (26-534), y el periodo conocido como de las Cinco Dinastías (907-960).
Todas las sepulturas, 972 en total, ocupan una superficie de 756 kilómetros cuadrados en Mangshan, un cementerio imperial en las afueras de Luoyang, antigua capital de seis dinastías chinas.
La excavación ha sido dirigida por la Administración Estatal de Patrimonio Cultural desde 2003 y concluyó en octubre de este año con el objetivo de preservar los vestigios atesorados en la zona, donde se instaurará un área de protección de carácter estatal.
Los arqueólogos tamibén han desenterrado 20.000 objetos de valor histórico, entre ellos utensilios de cerámica, porcelanas, vasijas de oro, copas de plata, platillos de bronce, utensilios de hierro y roca y ornamentos de jade, informó Zheng Yuhai, experto implicado en el proyecto de excavación.
Los objetos funerarios descubiertos serán expuestos en los museos de la zona de protección, añadió Zheng.
Todas las tumbas cuentan con nichos construidos con ladrillo, si bien la forma del techo es exclusiva de cada dinastía. Los muros de 24 tumbas están decorados con delicados ladrillos esculpidos con imágenes de dragones y tigres, muestra de que los inquilinos de las sepulturas pertenecían a la familia imperial.
Los artefactos proporcionarán indicios relevantes para el estudio de la forma de vida de las primeras dinastías chinas, así como de las costumbres funerarias de diferentes épocas.