China espera que el aclamado espectáculo de danza "Shaolin al viento", que aúna danza moderna y kungfu, logre, tras el éxito cosechado en los teatros chinos, una calurosa acogida fuera de sus fronteras.
La obra, cuya primera etapa de su periplo por el extranjero será Australia el próximo año, narra una conmovedora historia de amor entre dos amantes separados por la guerra. El protagonista, salvado por el abad del Templo de Shaolin, aprende la práctica de las artes marciales y lidera a los monjes en la expulsión del enemigo, tras lo que consagra su vida al budismo y el kungfu.
Creada en 2004 con una inversión de 10 millones de yuanes (1,3 millones de dólares USA) por la Compañía de Canto y Danza de Zhengzhou, capital de la provincia central china de Henan, la obra es la primera en combinar el kungfu con la danza moderna. En el VIII Festival Artístico de China que celebra estos días la provincia central de Hubei, la compañía ha logrado superar el centenar de representaciones.
Sus logros artísticos y su gran acogida la hicieron valedora del Premio Loto en 2005, una de las máximas distinciones a las que aspiran las compañías de danza en China. Las 102 representaciones, de las que 14 tuvieron lugar en Hong Kong y Taiwan, le han permitido hasta el momento recaudar unos 12 millones de yuanes (1, 4 millones de dólares) en las taquillas de todo el país.
"Estamos negociando con empresarios de Japón, la República de Corea, Estados Unidos y muchos otros países. Muy probablemente, nuestras primeras 28 representaciones fuera de China tendrán lugar en Australia el próximo año", reveló Zhang Xiangrong, director de la Compañía de Canto y Danza de Zhengzhou.
La productora estadounidense Landmark Entertainment Group tambén ha expresado su interés en la adquisición de los derechos para estrenar "Shaolin al viento" en Estados Unidos.
"Los combates presentados en la obra son muy diferentes a los mostrados por el cine. Son menos violentos y más bellos. Creo que 'Shaolin en el viento' contribuirá a la promoción de las artes marciales en todo el planeta", comentó Qiao Hongliang, técnico de artes marciales de la compañía.
De los 110 miembros del conjunto, 27 son expertos en kungfu, mientras que el resto son bailarines, quienes, no obstante, han tenido que recibir formación para aprender las principales técnicas marciales, detalló Qiao.
Al igual que el musical "La calle 42" ha concluido sus ocho representaciones en Hubei y continuará su gira por China en Beijing, los organizadores de "Shaolin al viento" han manifestado su deseo de seguir el ejemplo del éxito mundial de la comedia musical de Broadway.
"'La calle 42' ha logrado más de 5.000 representaciones en todo el planeta. Esperamos que 'Shaolin al viento' logre tanta popularidad como aquellos clásicos de Broadway, para lo que contamos con un importante aliciente: el kungfu", enfatizó Sun Zhaohui, el subdirector de la compañía.
"Sólo existe un templo Shaolin en China, no podemos esperar que su mera actividad logre un mayor reconocimiento del kungfu. Necesitamos recurrir a películas, series de televisión, escuelas de formación de artes marciales y exhibiciones comerciales para desarrollar esta joya de la cultura china", defiende Qiao.
Importantes personalidades como el presidente ruso, Vladimir Putin, y el presidente del Comité Olímpico Internacional, Jacques Rogge, han sido invitados a visitar el templo de Shaolin, el lugar de nacimiento del kungfu chino. El templo también ha enviado a sus monjes a más de 20 países para realizar intercambios de formación con el objetivo de "propagar el budismo y la cultura Shaolin".
En la actualidad, más de un millón de personas estudian kungfu en todo el planeta, tras el establecimiento en 2001 del primer centro cultural Shaolin en Berlín, el primero de toda una serie de instituciones que superan ya la decena.
El Templo Shaolin, con una historia de 1.500 años y ubicado en la ciudad de Dengfeng, en la provincia de Henan, es también conocido por ser la cuna del Budismo Zen.