La película "Mil años de oración" del director chino-estadounidense Wayne Wang ganó ayer la Concha de Oro del 55 Festival de San Sebastián.
La cinta se centra en el contraste entre la cultura china y la estadounidense y entre dos generaciones.
Wayne Wang, nacido en Hong Kong en 1949, ha dirigido producciones de Hollywood como "El club de la buena estrella" (1993), "Sucedió en Manhattan" (2002) y "Last Holiday" (2006), y otras independientes como "Smoke" (1995), "Blue in the Face" (1995), co-dirigida con Paul Auster, presidente del jurado de la actual edición del festival.
El jurado concedió al protagonista de "Mil años de Oración", Henry O, la "Concha de Plata" al mejor actor, mientras que el galardón a la mejor actriz lo ganó la española Blanca Portillo por "Siete mesas de billar francés", de Gracia Querejeta.
Querejeta obtuvo el premio al mejor guión, compartido con el del filme "Honeydripper", de John Sayles.
La "Concha de Plata" al mejor director recayó en Nick Broomfield, por la británica "La batalla de Haditha".
La iraní "Buda explotó por vergüenza", de Hana Makhmalbaf, recibió el Premio Especial del jurado.