Durante décadas, el gobierno chino ofrecía formación gratuita a sus futuros maestros, hasta que en los años noventa las políticas fueron reorientadas para atender a las exigencias del mercado.
Actualmente, el gasto medio de los estudiantes en la mayoría de las universidades chinas, incluyendo matrícula, alojamiento y gastos, se sitúa en torno a 10.000 yuanes (1.280 dólares USA) anuales.
"La medida mostrará a la población la relevancia del sector educativo, creará un entorno respetuoso para los profesores y la educación, incrementará la sensibilización sobre el valor de la profesión docente, generará un gran número de profesores sobresalientes y animará a más jóvenes capacitados a convertirse en educadores", indicó el primer ministro chino, Wen Jiabao, en su informe presentado a la Asamblea Popular Nacional el pasado marzo.