ESPECIAL: Aumento de crimen organizado y homicidios agudiza la crisis de seguridad en Chile

Por Cristóbal Chávez Bravo

SANTIAGO, 26 jul (Xinhua) -- El presidente de Chile, Gabriel Boric, debió suspender su participación en la inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024 debido a la, según expertos consultados, crisis de seguridad que vive el país sudamericano, con un aumento de la tasa de homicidios en los últimos años y del crimen organizado, un fenómeno atípico en esta nación.

"Me he propuesto como meta reducir los homicidios que han venido al alza en nuestro país desde el 2016 y, durante nuestro Gobierno, frenar y desarticular el ingreso y operación de bandas de crimen organizado en nuestro país", señaló hace una semana el presidente del país sudamericano.

Boric anunció en la instancia la construcción de una nueva cárcel de alta seguridad; la creación de una Unidad de Acción y Seguridad para la región Metropolitana, donde viven más de 7 millones de personas, y de una Fuerza Especial en Gendarmería (la policía carcelaria), además de la cancelación de su viaje a los JJOO, entre otras medidas.

Para el académico del Departamento de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de La Serena, Cristian Blanco, Chile está "frente a una crisis en la seguridad que se viene arrastrando desde hace ya algún tiempo y cuyos actos delictuales parecen agravarse en los últimos meses y semanas".

El sociólogo profundizó que en la nación sudamericana han aumentado los robos con violencia, además de la sustracción de vehículos por sorpresa, el narcotráfico y otras formas de delincuencia organizada como los secuestros exprés.

Blanco contextualizó que la pandemia exacerbó muchos de los problemas sociales y económicos existentes en la nación austral.

"El desempleo, la pobreza y la desigualdad se agudizaron en gran medida, lo que trajo consigo un ambiente propicio para el aumento de la criminalidad, puesto que la falta de oportunidades y la desesperación económica llevaron a un gran número de personas a tomar caminos delictivos", abundó.

No obstante, el experto subsanó que la percepción de inseguridad en la población chilena también se debe al aumento de la exposición de los fenómenos delictuales en los medios de comunicación, aumentados exponencialmente en las redes sociales.

"La crisis social y política que comenzó en 2019, junto con el estallido social y las protestas, ha generado un clima de incertidumbre que puede impactar la percepción de seguridad", complementó.

Según el Índice de Paz Global (IEP), Chile pasó de ocupar el lugar 29 el año 2008, entre los países más seguros, al 58 el año 2023, de 163 países participantes.

Blanco concluyó que, pese a este escenario, "si lo comparamos a nivel latinoamericano, Chile continúa entre los países más seguros para vivir en América Latina".

"Pese a los esfuerzos realizados, el crimen organizado sigue siendo un reto significativo. La corrupción en algunos sectores de las fuerzas de seguridad y la falta de recursos adecuados pueden dificultar el progreso en la lucha contra el crimen organizado", dijo el experto.

Por su parte, para el académico de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Talca, Jorge Cabrera Guirao, "decir que nos encontramos en una crisis de seguridad se encuentra estrictamente ligado al impacto mediático que ha tenido la irrupción de bandas criminales y la forma en la que delinquen".

"Podríamos sostener que estamos ante una crisis en la medida en que la capacidad de respuesta ante este tipo de fenómenos pareciera ser deficiente respecto de las medidas que se pueden adoptar tanto para detener estos crímenes, como también la capacidad que se tiene para prevenirlos", explicó el abogado penalista y doctor en Derecho Penal.

Cabrera apuntó que en Chile el fenómeno delictivo opera cada vez con más capacidad de organización.

"La seguridad es un tema que preocupa a distintos países no sólo de la región, sino de otras regiones también, dado que la sofisticación de las operaciones criminales exige una fórmula distinta para abordarlo, ya que la escala de las bandas criminales, hoy por hoy, llega a ser internacional", indicó.

El experto precisó que aunque este fenómeno es cambiante y multifactorial, "hay cifras que sí son preocupantes".

"Por ejemplo, los homicidios. No es normal, o no lo era hasta hace un tiempo, que tuviésemos tantos homicidios en una semana como ocurrió la semana del 15 de julio. Como tampoco era algo normal en Chile que estos homicidios fuesen perpetrados en la vía pública", indicó.

Ese fin de semana, que se extendió por un feriado, en el país hubo una ola de homicidios, dos de ellos masivos, que dejaron 18 fallecidos, que pasmaron a la población local.

Según datos del Gobierno chileno, la tasa de homicidios de 2023 fue de 6,3 víctimas por cada 100.000 habitantes, una disminución respecto a 2022 (6,7), pero creciente respecto a 2018, cuando anotó 4,5.

Sobre las medidas impuestas por el Gobierno, Cabrera aseveró que "han sido muy importantes" y, suficientes o no, "se trata del gobierno que ha presentado más reformas legislativas en materia de seguridad desde el retorno de la democracia en nuestro país (1990)". Fin