BUENOS AIRES, 19 jul (Xinhua) -- El exquisito escritor argentino Jorge Luis Borges (1899-1986) se ha convertido en un verdadero símbolo de la amistad chino-argentina, a partir de la construcción de una obra literaria que incluye un sinfín de referencias a la milenaria cultura del país asiático, territorio misterioso y fantástico que captó los sueños e imaginación del autor.
"El vínculo de Borges con China se inicia con su interés por todo lo fantástico, por los seres imaginarios, al tomar todo lo que es la filosofía china como un instrumento para socavar certezas y como una forma de cuestionar la metafísica de Occidente", dijo en entrevista con Xinhua la académica argentina, Mercedes Giuffré.
La experta, magíster en filosofía y ciencias políticas, además de profesora de Historia por la Universidad Nacional de Mar del Plata, dijo que a Borges le interesó especialmente la filosofía china y a partir de ella "todo el bagaje de una cultura milenaria".
"Borges juega todo el tiempo con los ciclos, los inicios, los apogeos y las decadencias, y ve en la civilización china la forma de completar un ciclo. El devenir universal para Borges lo representa China, a la que encuentra como sede de los elementos fantásticos de su literatura", señaló la entrevistada.
Giuffré recordó que el autor argentino era un admirador de "Sueño en el pabellón rojo", obra de Cao Xueqin, que leyó a principios del siglo XX, un libro fantástico que está dentro de los clásicos de la literatura china.
"Ese libro se iba escribiendo por capítulos y se entregaba en los mercados. Tenía que tener una clave de interés para sus lectores. Entonces los apasionaba con historias cada vez más fantásticas", señaló la también escritora.
"Borges adhirió a esta idea fantástica y utiliza a China para abrir senderos que se bifurcan. Y de ahí surge uno de los más famosos de sus cuentos vinculados con China, que es 'El jardín de senderos que se bifurcan'", señaló la académica.
La directora del Centro de Estudios de Corea y China e integrante del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales puntualizó que en ese texto de Borges "aparecen distintas variaciones, un sinólogo, un investigador, un periodista, la persecución por parte de los alemanes, y todo transcurre dentro de un jardín".
"Lo interesante es que la temática pertenece a los temas recurrentes de la literatura borgesiana, que son los ciclos, el mundo onírico, el laberinto como construcción física y espacio temporal, visual, psicológica, el caos, el orden. Tiene una trama detectivesca policial sumamente atractiva", expresó.
Giuffré, quien fue becaria en China en 1991, recordó que el autor argentino no visitó el país asiático, pero a pesar de ello se ha convertido en el escritor latinoamericano más traducido en China y su obra ha tenido una gran influencia en autores chinos.
"A partir de la década del 90 (del siglo XX) comienza a despertarse un enorme interés. A medida que hay más interés en el boom de la literatura latinoamericana de la década de los 70, los 80 y los 90, hay más estudiantes y profesores de español que se acercan a la obra de Borges", explicó.
Precisó que ese auge ocurrió por etapas, luego de que en 1999 se hace una primera edición en idioma chino de las Obras Completas de Borges, y "en esos tiempos viaja su esposa María Kodama a China, donde le entregan los cinco tomos de color turquesa de la obra de Borges".
"La ceremonia se hizo en la Gran Muralla y Kodama cuenta que estuvo durante largos minutos firmando autógrafos para todos los interesados en la obra de Borges, que sorprende porque dentro de sus temas recurrentes y sus escritos aparece el dragón, despertando el interés de los lectores chinos", señaló la experta.
La académica dijo que en "El libro de los seres imaginarios" hay un cuento sobre el dragón, además de que también se habla del unicornio y otros seres imaginarios, muy ricos y muy vinculados con la literatura china.
"Los escritos de Borges son extraterritoriales, no reconocen un lugar especial, sino que pueden suceder en cualquier lugar del mundo, y también eso tiene un atractivo para el lector chino", apuntó.
"Ahora se han publicado las últimas versiones de las Obras Completas de Borges y es el autor más vendido, superando a Gabriel García Márquez", comentó.
"Para cualquier escritor tener sus obras traducidas al chino es el logro máximo, y haber traducido las Obras Completas de Borges al chino fue una excelente iniciativa", completó.
Añadió que "las tiradas de libros en China no bajan de los 20.000 a 25.000 ejemplares, y se calcula que de cada uno de los libros de Borges se han vendido no menos de 20.000 ejemplares. Hay una gran difusión de su obra", dijo.
Mencionó que en China hay dos librerías, la "Librería Borges", en Shanghai, y la librería "Mil Gotas", con presencia en Beijing, Shanghai y Chongqing, que hacen difusión de la obra de escritores latinoamericanos, en particular de Borges.
"A Borges le interesaba todo lo vinculado con China y con Oriente en general por lo misterioso, lo trascendental, lo mágico, pero nunca por lo exótico", apuntó.
"Él detestaba la palabra exótica para referirse a China o a Oriente. Él resaltó otros valores como los laberintos, los ciclos, los caminos, los fantasmas, el yo, el otro, la violencia, el coraje, el recuerdo, el olvido. Él era, por ejemplo, un enorme admirador del 'I Ching', obra a la que dedicó poemas y textos", repasó la entrevistada.
La experta, quien fue invitada a dictar cursos en universidades de China en los años 2004, 2010, 2014, 2015 y 2018, recordó que el autor argentino leyó las analectas de Confucio, además de que en su obra también estuvieron presentes tópicos como el sueño, el soñador, el ying y el yang, y el mencionado "I Ching".
"La mezcla de sueño y realidad es una constante en la obra de Borges. El autor se nutrió de diversas culturas, pero yo creo que la cultura china es un poco la cultura madre", resumió.
La entrevistada resaltó que Borges contribuyó enormemente al entendimiento en Occidente de la cultura china, por lo que lamentó que al autor le quedase pendiente la posibilidad de tocar la Gran Muralla, uno de sus grandes sueños.
Sin perjuicio de ello, celebró que el escritor argentino se pudo vincular a China no sólo desde la filosofía y la literatura, sino también a partir de otros tópicos.
Entre estos tópico mencionó el tigre, uno de los animales más respetados dentro de la cultura china y que era un animal admirado por Borges, así como lo gastronómico porque "su alimento favorito era el arroz", además del uso de un bastón de laca china que lo acompañó hasta el final de sus días.
"China era una fascinación para Borges, porque desde niño leyó sobre ella y se imaginaba permanentemente cómo podría ser ese país. Además, el único color que pudo ver desde que se quedó ciego en 1955, fue el amarillo, y como dice Borges, no fue algo casual", deslizó la académica. Fin