SANTIAGO, 26 feb (Xinhua) -- Chile inició hoy miércoles oficialmente el periodo de propaganda electoral para el Plebiscito Nacional del 26 de abril próximo, cuando la ciudadanía votará para decidir si quiere cambiar la Constitución de 1980, en medio de una crisis social que se arrastra desde hace más de cuatro meses.

"La inmensa mayoría quiere perfeccionar o cambiar nuestra Constitución. Hay dos caminos democráticos para lograrlo y los chilenos lo resolverán en abril", afirmó en Twitter el presidente de Chile, Sebastián Piñera.

El mandatario encabezó una reunión en el Palacio de La Moneda con diversas entidades "para coordinar y garantizar un plebiscito democrático, limpio, transparente y con amplia participación" del padrón electoral compuesto por alrededor de 15 millones de personas.

Se trata de "un proceso histórico, porque es la primera vez que el pueblo podrá escoger el organismo que participará en la elaboración de la Carta Magna", señaló tras la cita el director del Servicio Electoral (Servel), Patricio Santamaría.

Desde hoy comienzan las campañas de los partidos políticos a favor del "Apruebo" o el "Rechazo" a una nueva Constitución, en medio de un debate que mantiene dividida entre ambas posturas a la coalición oficialista, Renovación Nacional (RN), que dejó en "libertad de acción" a sus militantes.

En el ala más conservadora está la Unión Demócrata Independiente (UDI), cuya posición contraria a una reforma constitucional le hizo tomar distancia del bloque oficialista, acercándose más a la ultraderecha, con el Partido Republicano, que reprueba el movimiento social y el plebiscito.

"No es posible redactar una nueva Constitución, ni siquiera ir al votar al plebiscito, con los niveles de violencia de hoy", dijo la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, quien manifestó que "no es necesario cambiar la Constitución para poder satisfacer las demandas sociales, sino que hay que cambiar las leyes".

En paralelo, la oposición presentó su eslogan "Apruebo, Chile Digno", con una mayoría de mujeres que llamaron a votar para acabar con la actual Constitución, instaurada durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), y reemplazarla por una elaborada con participación ciudadana.

Diversas organizaciones sociales y partidos de izquierda y centro organizaron un "banderazo" frente al Palacio de La Moneda, donde participaron representantes del Partido Socialista, la Democracia Cristiana, el Partido Comunista, el Partido por la Democracia, el Partido Progresista y el Frente Amplio, entre otros.

"Apostamos a nuevos rostros, a nuevos y diversos liderazgos, de derecha, de izquierda o de centro, que puedan realizar una nueva Constitución para terminar con la actual que ha sido la piedra de tope para cualquier cambio social importante durante los últimos 30 años", declaró el dirigente del Partido Progresista, Camilo Lagos.

Los votantes deberán pronunciarse en abril si apoyan o no un cambio constitucional, y elegir entre dos mecanismos propuestos para la eventual elaboración del nuevo texto.

Los mecanismos son una convención constituyente compuesta por ciudadanos elegidos para esa labor (como una asamblea constituyente), o una convención mixta con la mitad de participación de parlamentarios y la mitad de miembros electos para ese fin.

Afiches en lugares públicos, brigadistas con folletos, y propaganda inserta en los medios de prensa serán visibles desde este miércoles en todas las regiones del país sudamericano, invitando a votar en el Plebiscito Nacional.

Este mecanismo resultó de un acuerdo entre una mayoría de partidos políticos, en el intento de amainar las protestas que surgieron el 18 de octubre pasado.

A más de cuatro meses del estallido social, los manifestantes aún reclaman en contra de la desigualdad y el modelo económico, y exigen la redacción de una nueva Constitución, cuestionando la legitimidad del texto vigente y acusando que fue redactado y aprobado "a espaldas de la ciudadanía", en la dictadura.

La discusión se centra en que el instrumento no garantiza los derechos básicos, ni promueve la participación social en los asuntos del Estado, pese a haber sufrido decenas de reformas a la fecha, de acuerdo con los expertos.

Las organizaciones sociales han fijado diversas protestas para marzo, por lo que el gobierno preparó un plan de seguridad junto a Carabineros (policía militar), que involucró la compra de nuevos carros blindados, vehículos policiales, drones y cámaras de video portátiles, además de capacitación a miles de policías. Fin