MONTEVIDEO, 31 ene (Xinhua) -- El déficit fiscal de Uruguay se ubicó en el 2,7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) al cierre de 2018, un 0,8 por ciento por debajo del de 2017, mejora que se explica por ingresos excepcionales a la Seguridad Social, informó hoy el gobierno.

Sin considerar el efecto generado por la Seguridad Social, el déficit fue de un 4 por ciento del PIB, según el Resultado del Sector Público Consolidado divulgado este jueves por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).

Los ingresos del Sector Público No Financiero cerraron el año 2018 en el 31,2 por ciento del PIB, tras un aumento del 1,2 por ciento respecto a 2017.

"Esta variación se explica principalmente por el ingreso de los fondos del Fideicomiso de la Seguridad Social", creado por ley para compensar el perjuicio económico de un grupo de afectados por la puesta en marcha del sistema mixto de jubilaciones en 1996.

Ese ingreso extra en el Banco de Previsión Social (BPS) tuvo un efecto neto de un 1,3 por ciento del PIB en 2018.

Por su parte, los ingresos propios del BPS mostraron una baja de casi un 0,2 por ciento del PIB de diciembre de 2017 al mismo mes de 2018, lo cual fue compensado por una mayor recaudación impositiva y de los ingresos asociados al comercio exterior.

En tanto, el resultado primario corriente de las empresas públicas bajó un 0,2 por ciento del PIB en 2018, debido a los mayores pagos de impuestos y tranferencias y menores ingresos de la Administración Nacional de Usinas y Transmisiones Eléctricas, y por el desempeño de la Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland.

Los egresos del Sector Público No Financiero se situaron en el 30,4 por ciento del PIB en 2018, mostrando un aumento del 0,4 por ciento del PIB.

"En los gastos primarios corrientes, se observó un incremento de 0,3 por ciento del PIB, que se explica en partes iguales por mayor pago de pasividades, gastos no personales y remuneraciones", añadió el MEF.

Las inversiones del gobierno dieron un salto de casi un 0,2 por ciento del PIB, a la vez que la formación bruta de capital de las empresas públicas se mantuvo estable.

El gobierno flexibilizó sus metas y esperaba cerrar 2018 con un déficit del 3,3 por ciento, y 2019 con un rojo del 2,9 por ciento.

El ministro de Economía, Danilo Astori, declaró hace unas semanas que la reducción del déficit viene con "lentitud" porque "no es fácil reducir el gasto público en Uruguay, ya que hay mucho gasto endógeno y comprometido", por ejemplo, a nivel de gastos en sueldos y jubilaciones.

A partir de 2017, la administración del presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, instrumenta un plan de "consolidación fiscal" para reducir el déficit fiscal en un punto porcentual, lo cual incluye aumentos de impuestos y postergaciones presupuestales. Fin