Por Noemí Galbán

LA HABANA, 14 jul (Xinhua) -- Más de un centenar de partidos políticos y movimientos sociales de América Latina se darán cita desde mañana domingo en La Habana para participar en la XXIV reunión del Foro de Sao Paulo, un espacio de concertación de la izquierda del continente.

El encuentro, que se prolongará hasta el día 17, se presenta como oportunidad para debatir y trazar acciones conjuntas, con vistas a materializar la construcción de un modelo alternativo de desarrollo a través de una mayor integración regional, consideró la analista política cubana Ana Teresa Badía.

En entrevista con Xinhua, la también periodista cubana afirmó que la convocatoria en esta ocasión debe estar encaminada a articular nuevas estrategias para superar las dificultades actuales.

"Primero porque muchos de esos movimientos (progresistas) necesitan reconfigurarse, cuando analizamos a muchos de ellos hay algunas características comunes que desde mi punto de vista hacen pensar en la necesidad de lanzar nuevas estrategias para que superen aquellas a las que se les dio inicio", señaló la experta.

Además, estimó que resulta imprescindible conciliar políticas que vayan más allá de las promesas realizadas en campañas electorales, pues la llegada a la presidencia o escaños parlamentarios de miembros de estas organizaciones progresistas, a su juicio, es sólo el primer paso.

De acuerdo con Badía resta un largo camino para satisfacer no sólo las demandas de los pueblos, sino para el inicio de nuevos objetivos que garanticen el apoyo popular y eviten el lógico desgaste que produce en cualquier partido político mantenerse en el poder.

Por esta razón, Badía consideró que otro asunto vital para los movimientos de izquierda de Latinoamérica es retomar la unidad con las bases y conservar el apego entre la dirigencia surgida de esas mismas estructuras y los miembros más humildes.

Según la experta cubana, esa es la principal cantera de donde han emanado los líderes políticos y sociales responsables de conducir los más recientes procesos progresistas en la región, dentro de los que citó al presidente boliviano, Evo Morales y al ex mandatario brasileño, Luis Inácio Lula da Silva.

"Ha faltado la formación de ideologías en la propia formación política de los movimientos y eso es un reto hoy. No se puede hacer ninguna transformación descuidando la base ideológica porque entonces no hay suficiente sustento como para comprender, explicar los cambios y transformaciones que tienen lugar", insistió.

Del mismo modo criticó los casos de corrupción e ineficacia de políticos progresistas y, sobre todo, de funcionarios y estructuras intermedias que se han registrado en los últimos años en la región, lo cual a su parecer son dos de los mayores lastres para el desarrollo de esos mismos movimientos sociales.

La académica cubana también alertó sobre los peligros y las lamentables enseñanzas que han dejado a la izquierda las alianzas realizadas con frentes y organizaciones de tendencias conservadoras.

Al respecto opinó que la unidad alrededor de un proyecto común encaminado a materializar los cambios necesarios en el continente es la clave para superar diferencias latentes históricamente entre movimientos progresistas latinoamericanos que han abierto brechas y permitido a la derecha posicionarse.

"En el tema de la integración pienso que hay que articularse con relación a las izquierdas nacionales, hay que buscar una línea de pensamiento en torno a eso y ello después se traducirá, con el paso del tiempo, en otras maneras de integración", indicó.

Asimismo, Badía se refirió al impacto negativo de los "intentos imperiales" por fracturar América Latina y la incidencia de la llegada a puestos decisivos de representantes ultraderechistas e incluso de tendencias casi fascistas no sólo en Estados Unidos sino también en Europa.

De acuerdo con la investigadora cubana, ningún análisis puede descuidar ese escenario internacional, por lo que, afirmó, resulta significativa la invitación por parte del Foro de Sao Paulo a partidos y organizaciones de izquierda europeas.

"Me parece importante y viable esa alianza porque la derecha lo está haciendo a nivel internacional, se está uniendo y ha logrado avances, por qué no lo va a hacer también la izquierda, creo que es válido, legítimo y conduce a que los pueblos tengan una mejor opción", dijo.

La experta recordó que al constituirse el Foro en julio de 1990, la única organización integrante del mismo que estaba en el poder era el Partido Comunista de Cuba.

Pese al complejo panorama, se fueron concertando estrategias que permitieron a otros movimientos miembros del mecanismo de integración llegar al poder y formar parte de la importante transformación patentada en las dos décadas consiguientes en la región.

Según la experta, en la actualidad se vive una coyuntura igual difícil, donde la última palabra la tendrán, como siempre, los pueblos de América Latina, cuya fuerza decidirá su propio destino.

"Lo que se está viviendo hoy en cuanto a la aceptación a veces pasiva en algunos países de políticas neoliberales o ataques a la izquierda, tiene que ver con la necesidad de esos partidos y movimientos progresistas de volverse a posicionar y volver a dar propuestas y plataformas a esos pueblos", abundó Badía. Fin