Las personas cualificadas son nuestros recursos estratégicos para materializar la vigorización de la nación y ganar la iniciativa en la competencia internacional. Hay que perseverar en el principio de que el Partido administre a las personas cualificadas y agrupar a personas de talento de todo el mundo para que presten sus servicios, a fin de acelerar la transformación de nuestro país en un país fuerte en personal cualificado. Aplicaremos políticas más activas, abiertas y eficaces respecto a estas personas; intentaremos reunir a personas sobresalientes de dentro y fuera del Partido, y de dentro y fuera del país, para incorporarlas a la gran lucha del Partido y del pueblo, con una visión penetrante para descubrirlas, una valoración sincera, la valentía de emplearlas, la magnanimidad de asimilarlas y buenos métodos para agruparlas; estimularemos y orientaremos a estas personas a desplazarse a las zonas apartadas y pobres, las áreas fronterizas y de minorías étnicas, las antiguas bases revolucionarias, así como a las entidades de base y la primera línea; y haremos lo posible por conformar una situación favorable en la que todos aspiren a ser personas cualificadas, se esfuercen por lograrlo, puedan conseguirlo y desplieguen al máximo sus aptitudes, permitiendo así que las personas cualificadas en distintas especialidades compitan por mostrar su vigor creativo y que su inteligencia y talento manen abundantemente.
4.Fortalecimiento de la construcción de los organismos de base. Los organismos de base del Partido constituyen los cimientos que garantizan la implementación de su línea, directrices, políticas, así como de sus decisiones y disposiciones. Poniendo el énfasis en la mejora de su capacidad organizativa y destacando sus funciones políticas, tenemos que convertir los organismos partidarios de los niveles de base, incluidos los de empresas, zonas rurales, organismos oficiales, centros docentes, instituciones de investigación científica, comunidades vecinales y organizaciones sociales, en poderosos baluartes de combate para difundir los pronunciamientos del Partido, aplicar sus decisiones, dirigir la gobernanza en los niveles de base, unir y movilizar a las masas populares e impulsar la reforma y el desarrollo. Las células del Partido deben asumir debidamente sus atribuciones y responsabilidades en la educación, administración y supervisión directas de los militantes, y en la tarea de organizar a las masas populares, difundir propaganda entre ellas, unirlas y prestarles servicios, a fin de orientar a los numerosos militantes para que desempeñen el papel ejemplar y pionero que les corresponde. Es preciso persistir en el sistema de "tres reuniones y una clase" [convocar periódicamente asambleas de los militantes de las células, reuniones de los comités de célula y reuniones de los grupos organizativos, y asistir puntual y debidamente a las clases del Partido], promover la institución de organismos partidarios de base y la innovación de la forma de sus actividades, reforzar la formación del contingente de sus líderes, ampliar su cobertura y esforzarse por solucionar los problemas de los que adolecen tales organismos, como la debilitación, la virtualidad y la marginalización. Hay que ampliar la democracia interna del Partido en los niveles de base, promover la información pública sobre los asuntos partidarios y dejar expeditos los canales por los que los militantes participan en los asuntos internos del Partido, supervisan sus organismos y a sus cuadros, y presentan observaciones y sugerencias a los organismos partidarios de los niveles inmediatamente superiores. Debemos dar importancia a la admisión de nuevos militantes de entre los obreros industriales, los campesinos jóvenes y los grupos de intelectuales altamente instruidos, así como en los establecimientos económicos de propiedad no pública y las organizaciones sociales. Fortaleceremos el estímulo, la atención, la ayuda y el respaldo dentro del Partido. Incrementaremos la especificidad y la eficacia de la educación y la administración de los militantes, y llevaremos a cabo prudente y ordenadamente el tratamiento organizativo de los no calificados.
5. Perseverancia en el enderezamiento del estilo del Partido y en la aplicación rigurosa de la disciplina.Nuestro Partido, nacido del pueblo, arraigado en él y entregado a servirlo, perdería su vitalidad si se divorciara del pueblo. Para fomentar el estilo del Partido, debemos ceñirnos estrechamente al mantenimiento de sus vínculos de uña y carne con las masas populares, fortalecer el concepto de masas y los sentimientos hacia ellas, y no dejar de cultivar a fondo la base de masas con la que cuenta el Partido para gobernar. Tenemos que tratar seria y concienzudamente todos los problemas que suscitan fuertes quejas entre las masas, así como corregir resueltamente toda acción que perjudique sus intereses. Hemos de perseverar en que los cuadros de alto rango demos ejemplo para guiar a los cuadros de los niveles inferiores; consolidar y ampliar los resultados logrados en la implementación del espíritu de los ocho reglamentos adoptados por el Comité Central del Partido; seguir combatiendo y rectificando los "cuatro hábitos malsanos" ; y luchar firmemente contra la mentalidad de los privilegios y las formas en las que estos se manifiestan. Pondremos el acento en reforzar las disciplinas política y organizativa para que promuevan una mayor rigurosidad en otras disciplinas, como la de la honradez, la relativa a las masas populares, y la disciplina en el trabajo y en la vida. Persistiremos en desarrollar la crítica y la autocrítica, en sacar lecciones de los errores cometidos en el pasado para evitarlos en el futuro y en tratar la enfermedad para salvar al paciente, recurriremos a las cuatro formas de supervisión e implementación de la disciplina -reconducción del avergonzamiento y el azoramiento a la normalidad mediante la práctica regular de la crítica y la autocrítica, sesiones orales ointerpelaciones por correspondencia; reconducción a una condición mayoritaria de las sanciones consideradas menores por la disciplina partidaria, así como de los reajustes organizativos en el tratamiento de las infracciones disciplinarias; reconducción a una condición minoritaria de las sanciones consideradas graves por la disciplina partidaria, así como de los reajustes de cargos importantes; y reconducción a una condición ínfimamente minoritaria de las investigaciones en sumarios abiertos por infracciones graves de la disciplina presuntamente constitutivas de violaciones legales- y nos ocuparemos de los problemas de inmediato en su mínima expresión y erradicaremos los males en ciernes. Para reforzar la supervisión, la aplicación de la disciplina y la exigencia de responsabilidades, conferiremos a los organismos partidarios con competencias para administrar a los cuadros las atribuciones correspondientesa la imposición de sanciones disciplinarias. Fortaleceremos la educación en la disciplina y su aplicación, de modo que los militantes y los cuadros conozcan el temor reverencial, mantengan la vigilancia y el recelo, cumplan las exigencias mínimas y se acostumbren a trabajar y vivir en un entorno de supervisiones y restricciones. (Continúa)