La materialización de la gran revitalización de la nación china es el sueño más grandioso que acaricia nuestra nación desde la época moderna. Una vez fundado, el Partido Comunista de China estableció la materialización del comunismo como su ideal supremo y su objetivo final, cargó sobre sus hombros sin retroceder ni un paso con la misión histórica de llevar a cabo la gran revitalización de la nación china y unió al puebloy lo condujo en unas luchas extraordinariamente arduas, escribiendo una maravillosa epopeya más sublime que las montañas y los ríos.
Nuestro Partido era profundamente consciente de que la materialización de la gran revitalización de la nación china exigía derribar las tres grandes montañas que pesaban sobre el pueblo chino, el imperialismo, el feudalismo y el capitalismo burocrático, y hacer realidad la independencia nacional, la liberación popular, la reunificación del país y la estabilidad social. Nuestro Partido unió al puebloy lo condujo hasta hallar el camino revolucionario correcto de utilizar las zonas rurales para cercar las ciudades y de conquistar el poder por la fuerza de las armas, combatió 28 años bañado en sangre, dio cima a la revolución de nueva democracia y en 1949 fundó la República Popular China, realizando nuestro país el gran salto de la milenaria política autocrática feudal a la democracia popular.
Nuestro Partido comprendió profundamente que, para materializar la gran revitalización de la nación china, era necesario establecer un sistema social avanzado que correspondiera a la realidad de nuestro país. Al unir y conducir al pueblo en la culminación de la revolución socialista, en el establecimiento delsocialismo como sistema básico y en la promoción de la construcción socialista, nuestro Partido dio cima a la transformación social más amplia y profunda efectuada desde que comenzó la historia de la nación china, sentando así la premisa política fundamental y los cimientos institucionales para el desarrollo y progreso de la China contemporánea en todos los aspectos, y haciendo realidad el gran salto de la nación china de una decadencia continua en la época moderna al viraje fundamental de su destino para marchar ininterrumpidamentehacia la prosperidad y la fortaleza.
Nuestro Partido también comprende ahora profundamente que, para materializar la gran revitalización de la nación china, hemos de adaptarnos a la corriente de los tiempos, obedecer la voluntad del pueblo y tener la valentía de llevar a cabo la reforma y la apertura, a fin de que la causa del Partido y del pueblo rebosen siempre de una poderosa fuerza motriz que les permita avanzar intrépidamente. Nuestro Partido ha unido y conducido al pueblo en el emprendimiento de una nueva gran revolución -la reforma y la apertura- y en la eliminación de toda idea u obstáculo derivado de los regímenes que impida el desarrollo del país y de la nación, abriendo así el camino del socialismo con peculiaridades chinas, de modo que China, con grandes pasos, se ha puesto a la altura de los tiempos.
En el transcurso de estos 96 años, con el objeto de cumplir la misión histórica de culminar la gran revitalización de la nación china, nuestro Partido, fuera débil o poderoso, fuéranle las circunstancias favorables o adversas, no ha alterado sus aspiraciones fundacionales, sino que se ha mantenido inamovible en su determinación y ha unido y conducido al pueblo en la superación, una tras otra, de grandes dificultades en apariencia insuperables, y en la realización, uno tras otro, de milagros humanos que resplandecen en los anales de la historia por haber requerido vencer múltiples dificultades y peligros, hacer enormes sacrificios, afrontar los reveses valientemente y corregir los errores con coraje.
Camaradas: hoy, más que en cualquier otro momento de la historia, estamos cerca de cumplir el objetivo de culminar la gran revitalización de la nación china, y tanto nuestro convencimiento de que lo lograremos como nuestra capacidad de conseguirlo son mayores.
En un camino de cien li, los noventa ya andados no representan de hecho más que la mitad. La gran revitalización de la nación china no se materializará en absoluto como un trabajo descansado y cómodo acompañado del son de tambores y gongs. Todo el Partido debe estar dispuesto a dedicarle mayores y más duros esfuerzos.
Para hacer realidad el gran sueño es imperativo llevar a cabo una gran lucha. La sociedad avanza en medio del movimiento de las contradicciones, las cuales conllevan la existencia de luchas. Nuestro Partido tiene que emprender grandes luchas con numerosas y nuevascaracterísticas históricas, para poder unir y conducir al pueblo en el afrontamiento eficaz de importantes retos, la neutralización de graves riesgos, la superación de fuertes resistencias y la resolución de serias contradicciones, por lo que cualquier idea y acción de entrega a placeres, de pasividad y relajación, así como de elusión de las contradicciones es errónea. Todos los militantes del Partido debemos perseverar más conscientemente en su dirección y el sistema socialista de nuestro país, rechazar decididamente toda palabra y acción dirigidas a debilitar, tergiversar y negar la dirección del Partido y nuestro sistema socialista; defender más conscientemente los intereses del pueblo y combatir con decisión todo proceder que los perjudique y conduzca al divorcio de las masas; lanzarnos más conscientemente a la corriente de los tiempos de reforma e innovación, y erradicar con firmeza todo mal crónico y pertinaz; salvaguardar más conscientemente la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo de nuestro país, y oponernos resueltamente a toda acción que divida nuestra patria y socave la unidad interétnica y la armonía y la estabilidad sociales; y prevenir más conscientemente todo tipo de riesgos y vencer decididamente cualquier dificultad y desafío que surja en los terrenos político, económico, cultural, social, etc., así como en el ámbito de la naturaleza. Todo el Partido debe tener plena conciencia de lo prolongada, compleja y ardua que es esta gran lucha, y poner en juego su espíritu de lucha y elevar el nivel de su aptitud para librarla, con miras a conquistar sin cesar nuevas victorias en esta gran lucha.
Para hacer realidad un gran sueño es necesario construir una gran obra. Esta es justamente la nueva y grandiosa obra de la construcción de sí mismo que nuestro Partido está llevando adelante en profundidad. La historia ha corroborado y seguirá corroborando que, sin la dirección del Partido Comunista de China, la revitalización de la naciónsería ineluctablemente una utopía. Nuestro Partido debe estar siempre bien templado para poder ser en todo momento la vanguardia de la época y la columna vertebral de la nación, y ser en todo momento un partido gobernante marxista. Todo el Partido debe afianzarse más conscientemente en los principios del espíritu partidario, atreverse a encarar los problemas y a dejarse sacar el veneno del brazo raspando el hueso, suprimir todos los factores perjudiciales para su carácter avanzado y su pureza, y eliminar de su sano cuerpo todos los virus corrosivos, al objeto de aumentar sin cesar su capacidad dirigente en lo político, su capacidad conductora en lo ideológico, su capacidad organizativa entre las masas y su capacidad de convocatoria en la sociedad, garantizando así su mantenimiento duradero de una pujante vitalidad y de una poderosa fuerza combativa. (Continúa)