Saludos a todos. Hoy es 11 de noviembre, mi vigesimocuarto día a bordo del Tiangong-2. Soy el corresponsal espacial de Xinhua Jing Haipeng.
He oído que la gente tiene curiosidad por las pruebas de jardinería que estamos haciendo aquí, por lo que permítanme decirles cómo cultivamos lechugas.
Realizamos una rutina de jardinería hoy. Comprobamos la humedad y el contenido nutritivo en los sustratos de cultivo, y proporcionamos luz y aire a las plantas.
Usamos un dispositivo para chequear si las plantas necesitan más o menos humedad, una lectura inferior indica que nuestras lechugas necesitan riego. También inyectamos aire en las raíces de las lechugas para que crezcan mejor.
Somos como agricultores en el espacio, y tenemos que gastar al menos 10 minutos diarios para cuidar nuestras lechugas.
Los sustratos de cultivo que utilizamos no son como el suelo de la Tierra, se trata de un material mineral desarrollado de manera especial.
Empezamos las pruebas de jardinería desde nuestro segundo día en el Tiangong-2. Al principio tuvimos que instalar el dispositivo de cultivo, que se divide en dos partes individuales como las piezas de Lego. Montamos el aparato completo dentro de una caja blanca.
Luego regamos y sembramos.
Durante el periodo preparativo previo a esta misión, algunas de las semillas han sido procesadas en pequeñas píldoras y puestas en celdas unitarias individuales. Las semillas de lechuga son más pequeñas que las de sésamo, por lo que tuvieron que ser cubiertas por un recubrimiento especial para formar bolas de tamaño como frijol mungo, para que pudiéramos manejarlas con mayor facilidad.
Las bolas fueron diseñadas para que las semillas se separen del recubrimiento una vez absorban el agua, sin embargo, encontramos que la capa afecta ligeramente el proceso de brotadura.
La forma de sembrar en el espacio también es diferente a la de la Tierra, donde sembramos primero y luego regamos. Debido a que las celdas unitarias de cultivo en el espacio son un material sólido, el proceso es al revés.
Luego ponemos una película plástica sobre el dispositivo de cultivo, que funciona como un propagador y evita las pérdidas de agua.
El quinto día a bordo del laboratorio espacial, las semillas ya brotaron. Mi colega Chen Dong y yo estábamos muy emocionados y transmitimos esta noticia al equipo de tierra. Tomamos varias fotos.
Después del brote, quitamos la película de protección y encendimos la luz. Utilizamos luces de color rojo, azul y verde, siendo rojo el color más fuerte.
También necesitamos entresacar brotes sobrantes el sexto día después de la siembra. Mi colega Chen y yo pensábamos que las lechugas se ven muy frescas y más verdes que las cultivadas en la Tierra.
Utilizamos pinzas para extraer los brotes de aspecto relativamente más débil y dejamos dos en cada unidad. Tuvimos que tener mucho cuidado ya que los brotes todavía estaban muy delicados. Tres días después, hicimos una segunda ronda de extraer y regar. Esta vez, nada más dejamos uno en cada celda.
No nos hace falta regar las plantas diariamente. De acuerdo con los agricultores expertos, sólo necesitamos regar las plantas cinco veces. Usamos jeringas para las raíces.
Asimismo, tenemos que observar, tomar fotos y probar las lechugas todos los días.
Hasta el momento, las lechugas han crecido bien y estamos satisfechos con nuestro trabajo.
Algunas personas han preguntado si los brotes pueden crecer en un sentido diferente en el espacio. Todas nuestras lechugas han salido hacia arriba, como en la Tierra, pero parece que son más altas.
El martes será el último día que cuidaremos de nuestras hortalizas en órbita. Sacaremos muestras de estas plantas, que consiste en recortar sus hojas y secciones de las raíces, y las mantendremos en un dispositivo de almacenamiento a baja temperatura y las llevaremos a la Tierra.
Otra pregunta es si las lechugas serán comestibles.
Esta vez, las verduras son solamente para pruebas experimentales, y no serán consumidas. No obstante, confío que tras una investigación más profunda, los vegetales que han crecido en el espacio sean comestibles. Veo un futuro en el que los astronautas comen verduras que han cultivado ellos mismos en el espacio.