China y Cuba han firmado, durante la visita a Cuba del primer ministro chino, Li Keqiang, un paquete de más de 20 acuerdos de cooperación sobre economía, tecnología, financiación, capacidad de producción, telecomunicaciones, nuevas energías, inspección y cuarentena, entre otros ámbitos, que demuestran que "los verdaderos amigos se conocen en los momentos difíciles", como comentó Carlos Castillo, un cubano residente en la ciudad china de Wuhan, donde trabaja como profesor de español en una guardería infantil.
Por su profunda afición a la cultura china, especialmente al boxeo Taichi, Carlos ha vivido más de 15 años en el país asiático con su esposa china. En su opinión, la visita del primer ministro chino es muy significativa, por la cantidad de acuerdos alcanzados en materia de biotecnología, informática y energía renovables, entre otras materias.
El profesor afincado en Wuhan recalcó que la visita tendrá en Cuba una gran influencia, sobre todo en lo económico, y los acuerdos logrados entre los dos países darán un importante impulso a la economía cubana, ayudándola a integrarse en el sistema económico internacional. Al mismo tiempo, en lo político y cultural la visita estrechará también más las relaciones entre las dos naciones.
En los últimos años, China y Cuba ha vivido un rápido desarrollo de sus relaciones comerciales. Según los datos de las aduanas chinas, el comercio bilateral alcanzó en 2015 los 2.216 millones de dólares, lo que convierte a China en el segundo mayor socio comercial del país caribeño.
El subdirector del Instituto de Estudios Latinoamericanos del Instituto de Relaciones Internacionales Contemporáneas de China, Sun Yanfeng, señaló que la visita del primer ministro chino es importante porque se ha realizado en un momento crucial para Cuba, América Latina y China, especialmente cuando la reforma económica de Cuba ha entrado en aguas procelosas, con muchas dificultades por superar y la necesidad de impulsos y ayudas del exterior.
Carlos cree que los convenios alcanzados entre ambos países en áreas como las telecomunicaciones, infraestructuras o financiación facilitarán el desarrollo socioeconómico de Cuba y las inversiones chinas. Mientras tanto, el acuerdo de cuarentena ayudará al incremento de las exportaciones cubanas a China, lo que contribuirá a estrechar aún más las relaciones económicas.
Li Keqiang manifestó en Cuba que los pueblos de los dos países, aunque lejanos entre sí, se sienten muy cercan en sus corazones. El primer ministro espera que ambos países profundicen su amistad tradicional, impulsen la cooperación pragmática, estrechen los intercambios humanos y culturales, que en sus respectivas etapas cruciales de desarrollo se ayuden mutuamente como si navegasen en un mismo barco, mantengan la cooperación y avancen juntos con el fin de lograr que las relaciones sino-cubanas continúen desarrollándose al nivel más alto.
En este sentido, Sun Yanfeng resaltó que Cuba y China también tienen un amplio espacio para la cooperación gubernamental. Tras señalar que la situación política de América Latina es compleja, destacó que China celebró con éxito la cumbre de G20, mantuvo conversaciones con los presidentes de Argentina y Brasil, recibió la visita del presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski, lo que añadido a la exitosa visita a Cuba de Li, demuestra que China tiene la voluntad de ser un socio que promueve una cooperación beneficiosa para todas las partes concernidas, con independencia de los cambios que se produzcan en el clima político de América Latina.
Noel Santovania, un bailarín cubano residente en Beijing que dirige una academia de salsa con su esposa china, afirmó que a ambos les interesan mucho las noticias sobre su país y estos días estaban expectantes por la visita del primer ministro chino a Cuba y los logros y acuerdos de cooperación alcanzados entre ambos países, en especial en el aspecto de los intercambios culturales, que esperan que se estrechen aún más.
Tras mostrar su esperanza de que la situación económica en Cuba mejore un poco más y se produzcan más intercambios entre ambos países, Noel señaló que aquí en China su matrimonio se considera un puente cultural entre ambos países.
"Tenemos grandes planes para ampliar la enseñanza de nuestros bailes cubanos a los jóvenes y a personas de la tercera edad, incluso a los niños", señaló.
La esposa de Noel, Xu Yanan, expresó que China y Cuba siempre han sido "buenos amigos, buenos camaradas y buenos hermanos", que su matrimonio representa una dulce relación sino-cubana y que espera que con la visita de Li haya más chinos que conozcan a Cuba y su cultura.
El matrimonio declaró que hasta ahora ellos han logrado, durante el tiempo que han regentado su academia de salsa, que más chinos, sean jóvenes, ancianos o niños, hayan empezado a interesarse por Cuba y su cultura.
"Si tuviésemos la oportunidad, llevaríamos a nuestros estudiantes a Cuba para que experimenten en persona el carisma de la cultura cubana".