China respeta y protege la libertad de creencia religiosa en la región autónoma de Xinjiang, ubicada en el noroeste del país, pero combatirá con firmeza el extremismo religioso de acuerdo con la ley, según un libro blanco publicado hoy jueves.
"La supresión del extremismo religioso de acuerdo con la ley es una medida justa que protege los intereses fundamentales del Estado y el pueblo, incluidos los musulmanes", de acuerdo con el documento sobre igualdad, unidad y desarrollo étnicos en Xinjiang.
Los extremistas religiosos abogan por ideas radicales, incitan al odio religioso y al resentimiento contra otros credos, y socavan la armonía religiosa y la unidad étnica de Xinjiang. Además, niegan el islam tradicional en esa región, distorsionan y contravienen la teología musulmana, causan daños a su armonía interna y ponen en peligro los intereses fundamentales de los musulmanes, dice.
Con ideas heréticas del tipo "el shadid (mártir) que se una a la jihad (guerra santa) podrá vivir en el jardín del Paraíso", el extremismo religioso ha convertido a algunos individuos, especialmente a la gente joven, en extremistas e incluso terroristas manipulados para llevar a cabo con frecuencia actos de violencia y terrorismo y matar a personas inocentes de todos los grupos étnicos, aun a sus propios clérigos del Islam y sus conciudadanos musulmanes, asegura el libro blanco.
La región autónoma siempre ha buscado una política de libertad de credo, ofreciendo protección a las actividades religiosas normales al tiempo que refuerza la lucha contra el extremismo con el fin de garantizar la seguridad del pueblo, destaca el documento.
Existen 24.000 mezquitas con 28.600 miembros de personal eclesiástico en Xinjiang. El gobierno central ha destinado más de 10 millones de yuanes (1,6 millones de dólares) al mantenimiento y reparación de una serie de mezquitas y lugares de culto desde la década de los 90 del siglo pasado, afirma.
El Instituto Islámico de Xinjiang ha formado a 634 estudiantes desde su fundación en 1987 y, comenzando en 2001, ha organizado 132 sesiones de capacitación para 28.665 efectivos de personal clerical. Para 2014, se habían publicado en uygur y otras lenguas más de 1,76 millones de copias de clásicos de la religión, libros y revistas, incluido el Corán.