Una campaña amplia en contra de la corrupción y la extravagancia fue iniciada luego del XVIII Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh) a fines de 2012, cuando el nuevo liderazgo encabezado por Xi Jinping prometió eliminar la corrupción.
La campaña sigue siendo fuerte y los inspectores disciplinarios descubren de manera habitual mal proceder de funcionarios de varios niveles y transfieren sus casos a los organismos judiciales.