MAESTRO Y ALUMNO
La mayoría de los seguidores de Shabdrung Rinpoche son de áreas agrícolas y de pastoreo en el norte del Tíbet. Cuando regresa al Monasterio Taklung, hasta 20.000 personas asisten a su asamblea dharma, en espera de que les dé su bendición tocando sus cabezas o respirando sobre ellos.
Cuando escuchó que el Buda Viviente estaba de vuelta, Tsering Drolma, de 67 años de edad, deseaba recibir su bendición. La mujer cree que él puede "predecir todo".
Apoyada por su nieta, avanzó cojeando para encontrarse con Shabdrung Rinpoche y orar por la paz y la felicidad.
Sonam Tsomo, su nieta, comentó que aunque tienen la misma edad, para ella el Buda Viviente es un ídolo. Para la joven, es alguien por el que ella puede "sacarse el corazón".
"No puedo imaginar mi vida sin el Buda Viviente", afirmó.
Ngawang Sherab, un monje de 14 años de edad en el Monasterio Taklung, se siente "nervioso" cuando está en presencia del Buda Viviente debido a que se siente tan "fuerte y digno".
Su admiración, sin embargo, mitiga sus nervios. "Todos lo tienen en la más alta estima", indica.
"Yo soy una persona ordinaria que porta la luz de buda", declaró Shabdrung Rinpoche. "Si me hubieran pedido que volviera a seleccionar mi forma de vida, haría la misma elección porque sé que beneficiaría a todas las criaturas vivientes".
Los budas vivientes deben estudiar más arduamente que los demás monjes. Shabdrung Rinpoche debe estudiar escritura budista, literatura, inglés e historia, y asistir a debates de los sutras, entre las 6:30 y las 22:30 horas seis días de la semana. Como un Buda Viviente, recibe clases personales de literatura, inglés e historia.
"El Buda Viviente es inteligente", afirmó Phuntsog Choying, khenpo de Shabdrung Rinpoche. "Domina muchas técnicas únicas de la Escuela Kagyu, y estudió una gran cantidad de escrituras", dijo.
EL CAMINO HACIA LA ILUMINACIÓN
Aunque tiene una agenda llena de actividades, Shabdrung Rinpoche tiene tiempo libre para explorar sus otros intereses.
Cuando era más joven le gustaba leer los cuentos de Grimm y de Andersen. Ahora está interesado en la poesía, en especial en las obras de Kahlil Gibran y Rabindranath Tagore.
Impulsado por su amor hacia la poesía y los ensayos, él mismo escribe. "Disfruto escribiendo sobre la naturaleza y los sentimientos de las personas tanto en tibetano como en mandarín", indicó.
Cada quince días hay un partido de baloncesto en el Monasterio Drepung. Siempre que le es posible, Shabdrung Rinpoche participa en el partido. "Soy el único Buda Viviente que juega".
El año pasado visitó Shanghai y la provincia de Zhejiang, en el oriente de China, como miembro de la liga juvenil del Tíbet. Los enormes e imponentes edificios lo impresionaron mucho.
En una ocasión, cuando caminaba en Shanghai con su toga roja, un transeúnte lo llamó "un hombre con faldón".
"Es verdad", dijo sonriendo, sin el menor signo de enfado. Experiencias como ésta fortalecen su decisión de compartir las enseñanzas del budismo tibetano, ya que considera que esa es una educación perfecta.
"El budismo tibetano puede curar la ansiedad de la vida moderna", afirmó.
Shabdrung Rinpoche estudia también medicina tradicional tibetana. "Es esencial para todos los seres", explicó. "Estos son caminos extraordinarios para tomar: ser médico o monje", expresó. "Nuestra sociedad no solamente necesita médicos, sino también monjes".
El joven continuará estudiando entre los próximos tres y cinco años para obtener el geshe, el equivalente a un grado de doctorado en el budismo tibetano. Después de eso estudiará las escrituras budistas de su escuela, seguido por cinco años, cinco meses y cinco días de meditación en una cueva.
"Solamente haciendo eso, puedo conducir a los demás monjes hacia la iluminación", comentó. F