El Tíbet ha respetado completamente el derecho de los ciudadanos a la libertad de creencia religiosa, y ha otorgado una igual atención y protección a todas las religiones y sectas, según un libro blanco publicado hoy domingo por el gobierno chino.
Las actividades religiosas se respetan y protegen. Actualmente, existen 1.787 sitios para diferentes actividades religiosas en el Tíbet, y más de 46.000 monjes y monjas que viven en los templos, dice el libro blanco titulado "El éxito de la práctica de la autonomía étnica regional en el Tíbet".
En la región autónoma del Tíbet, los festivales religiosos se celebran como siempre e incluyen más de 40 importantes actividades religiosas, como peregrinaciones a montañas y lagos sagrados, el Festival Saga Dawa, el Festival de Exhibición de Budas y el Festival de Danza del Diablo Lamaísta, todos ellos protegidos y heredados.
Los templos se mantienen y protegen. A partir de la década de los 80 del siglo pasado, el Estado ha asignado fondos, oro y plata para mantener, renovar y proteger los templos. Se han gastado más de 1.400 millones de yuanes en la recuperación del patrimonio cultural tibetano y la renovación de los principales monasterios, dice el documento.
Se ha utilizado un total de 6,7 millones de yuanes, 111 kilogramos de oro, 2.000 kilógramos de plata y una gran cantidad de joyas para renovar las estupas y salas de oración desde el Quinto Panchen Erdeni al Noveno Panchen Erdeni. El presupuesto estatal para construir la estupa y la sala de oración del Décimo Panchen Erdeni fue de 66,2 millones de yuanes y 650 kilogramos de oro, añade.
La reencarnación del Buda viviente marcha bien. Mediante rituales religiosos tradicionales y convenciones históricas como la extracción de palillos de un jarrón de oro, en 1995 la región autónoma del Tíbet eligió e identificó a la reencarnación del Décimo Panchen Erdeni, y confirió y entronizó el Décimoprimer Panchen Erdeni, con la aprobación del Consejo de Estado (gabinete del país), según el libro blanco.
El Tíbet cuenta ahora con 358 Budas vivientes, más de 60 de los cuales han sido confirmados mediante convenciones históricas y rituales religiosos tradicionales, agrega el documento.