La región autónoma del Tíbet, en el suroeste de China, elaborará una ley para proteger mejor los entierros celestiales, un ritual tradicional que ha provocado la controversia después de que algunos guías turísticos hayan comenzado a llevar grupos de visitantes a contemplarlo.
El entierro celestial es una tradición tibetana y mongola en la que se ofrecen los cadáveres humanos como alimento para buitres y otros pájaros carroñeros. Se considera como un acto de generosidad y un ritual que permite que el alma ascienda al cielo.
La Asamblea Popular Regional del Tíbet, la legislatura local, clausuró su sesión anual hoy viernes aprobando un proyecto para regular mejor los entierros celestiales en aspectos como la administración del lugar, la protección medioambiental y la certificación de los responsables de llevar a cabo la ceremonia.
"Será la primera vez en que el Tíbet regule los entierros celestiales utilizando la legislación, lo que muestra respeto y ofrece protección a la milenaria tradición", apuntó Samdrup, funcionario del Comité Permanente de la Asamblea Popular Regional.
La ley abordará las quejas relativas a que algunas agencias turísticas han manifestado falta de respeto a la tradición organizando viajes a los sitios donde se realizan los entierros celestiales.
En 2005, el gobierno tibetano emitió una regla temporal que prohibía la visita, la fotografía y la grabación de vídeos en este tipo de lugares, así como la publicación de reportajes y fotos que describan los rituales.