La filial china de la farmacéutica inglesa GlaxoSmithKline (GSK) fue multada hoy viernes con más de 3.000 millones de yuanes (489 millones de dólares) por pagar sobornos, una decisión que GSK expresó aceptarla "absolutamente".

Tras el juicio a puerta cerrada del caso de cohecho que involucró a GSK China, el Tribunal Popular Intermedio de Changsha, de la provincia central china de Hunan, sentenció que la empresa fue culpable de sobornar a "personal no gubernamental" en sus negocios y le impuso la sanción, la más alta dictada por un corte china.

Mientras tanto, cinco individuos de la empresa fueron condenados a entre dos y cuatro años de prisión con suspensión por su participación en los hechos.

GSK China, que aparece en el comunicado de la corte como GSKCI, "optó por el soborno para impulsar las ventas de sus productos médicos y obtuvo beneficios de manera injusta", estipula el comunicado.

"(La firma) sobornó, de varias formas, al personal que trabaja en instituciones médicas por el país y la cantidad de dinero involucrado fue muy alta. Cinco altos ejecutivos organizaron, estimularon y realizaron las ventas con sobornos de forma activa", agrega la nota.

De entre los cinco sentenciados, Mark Relly, de nacionalidad inglesa y ex gerente de GSK China, fue condenado a tres años de prisión con cuatro años de suspensión y será expulsado de China.

Otros tres, el ex director de Recursos Humanos, Zhang Guowei, el ex vicepresidente y gerente de Operaciones, Liang Hong, la ex directora de Asuntos Legales, Zhao Hongyan, fueron sentenciados a entre dos y tres años de cárcel con suspensión de su ejecución de entre dos a tres años. Mientras que la ex gerente de Desarrollo Comercial, Huang Hong, fue condenada a tres años de prisión con cuatro años de suspensión por sobornar y recibir sobornos.

De acuerdo con el tribunal, los jueces han reducido la pena de los cinco involucrados porque han confesado lealmente los hechos y por considerar que se han entregado a las autoridades judiciales voluntariamente.

El veredicto fue leído ante los familiares de los acusados, personas procedentes de varios sectores de la sociedad y periodistas. Los acusados han elegido no apelar la sentencia.

Poco después de que se diera a conocer, la firma inglesa publicó un comunicado en su web en China en el que pedía disculpas al pueblo chino y apuntaba que "acepta absolutamente los hechos y las evidencias de la investigación, así como el veredicto de las autoridades judiciales chinas".

GSK "se disculpa sinceramente a los enfermos, médicos y hospitales chinos, y al gobierno y pueblo chinos" y "lamenta profundamente los daños que ha provocado".

También se disculpó por los daños que ha causado por las investigaciones privadas ilegales que realizaron contra presuntos informadores de sus sobornos comerciales.

GSK manifestó que los hechos violaron gravemente las regulaciones de la empresa y que "fueron completamente contrarios a los valores y estándares que esperan de sus empleados".

Sin embargo, la firma aseguró que seguirá invirtiendo en China y apoyando las investigaciones y el desarrollo de nuevos medicamentos en el país asiático, al tiempo que aumentará el acceso a sus productos en las zonas rurales mediante "la expansión de la producción y la flexibilidad de precios".

El tribunal recordó en el comunicado que ha mantenido informada a la embajada del Reino Unido en China de todo el proceso, y que han asignado intérpretes para Mark Reilly durante el caso para que entendiese total y explícitamente sus derechos e intereses legales.

Reilly había contratado a dos abogados chinos para el juicio, indicó el corte.

La fiscalía de Changsha transmitió el 4 de septiembre el caso de GSK China al tribunal, que aprobó la solicitud de la firma de celebrar el juicio a puerta cerrada para proteger el secreto comercial.