La confesión de un criminal de guerra japonés, publicada hoy señaló que ciudadanos chinos fueron enviados a la Unidad 731 de una famosa base de guerra bacteriológica japonesa durante la Segunda Guerra Mundial.

Masao Horiguchi, nacido en 1901, llegó al noreste de China en 1937, como coronel y comandante de la Policía Militar de Jinzhou. De las 80 personas que arrestó entre agosto de 1942 y agosto de 1943, alrededor de 20 fueron enviadas a la Unidad 731 en la ciudad nororiental china de Harbin, dijo en su confesión. Otros tres patriotas chinos fueron enviados a la Unidad en 1939 después de ser torturados.

La Unidad 731 fue establecida en Harbin en la década de los 30 como centro de investigación de la guerra biológica de Japón en China y Asia del Sudeste. Más de 10.000 personas fueron asesinadas allí.

La confesión es la más reciente de una serie publicada en la página electrónica de la Administración Estatal de Archivos de China (AEA) luego de que el primer ministro japonés Shinzo Abe y políticos de derecha japoneses hubieran negado la existencia de los crímenes de guerra.

Ésta es la más reciente de un total de 45 confesiones de criminales de guerra japoneses que la AEA planea publicar. La AEA ha emitido una diaria desde el 3 de julio. F