La confesión por escrito de un oficial japonés de la Segunda Guerra Mundial (IIGM), que fue dada a conocer hoy, muestra que Japón cultivó y comercializó opio durante su ocupación en el noreste de China.

La confesión fue hecha por Tadayuki Furuumi, quien trabajó para el gobierno de "Manchukuo", el estado títere establecido por el imperio de Japón en el noreste de China entre 1931 y 1945. La confesión fue publicada en la página de internet de la Administración Estatal de Archivos (AEA).

Furuumi, nacido en Tokio en 1900, trabajó para el Ministerio de Finanzas de Japón antes de su nombramiento en el noreste de China en julio de 1932. Sucesivamente ocupó cargos en el gobierno de "Manchukuo" como jefe de división especial y jefe de sección de la oficina contable del Ministerio de Asuntos Generales, subsecretario del Ministerio de Asuntos Económicos, subsecretario del Ministerio de Asuntos Generales y director general del Buró de Planificación, antes de ser arrestado después de la derrota de Japón en 1945.

En abril de 1943, Furuumi "otorgó permiso para plantar opio en campos de prueba en las llanuras de Mukden, Jinlin y Siping", y aprobó expandir la plantación en el futuro, escribió en su confesión en 1954.

"En abril de 1945, vendí 100.000 liangs (1 liang equivale a 50 gramos) de opio al gobierno títere de Wang Jingwei en el centro de China", escribió.

Furuumi también escribió acerca del plan del gobierno de Japón para trasladar un millón de casas de Japón hacia el noreste de China en 20 años y explotar los recursos naturales allí

Ésta es la más reciente de una serie de 45 confesiones de criminales de guerra japoneses que la AEA planea publicar. La AEA ha publicado una diaria desde el 3 de julio.

La AEA decidió dar a conocer las confesiones luego de las declaraciones del primer ministro japonés Shinzo Abe y de políticos de derecha que negaron la existencia de crímenes de guerra en China durante la IIGM. F