Las autoridades centrales de China emitieron hoy miércoles una directriz sobre la reforma del suministro y el uso de vehículos oficiales, en un esfuerzo por reducir los importantes gastos en la materia.
El gobierno eliminará el suministro de vehículos para uso en asuntos regulares gubernamentales, pero lo mantendrá en el caso de servicios especiales, tales como los utilizados para la aplicación de la ley y las emergencias, según el documento.
A cambio, el gobierno central asignará una "cantidad apropiada" para subvenciones a los empleados del gobierno que les permitirá elegir sus propios medios de transporte.
La directriz también pide a las autoridades pertinentes que recoloquen de manera adecuada a los chóferes u otros trabajadores que se puedan ver afectados con esta reforma y que vendan los vehículos que dejarán de ser utilizados en un proceso abierto para evitar pérdidas de activos estatales.
La intención es completar la reforma en los órganos del gobierno central dentro de 2014 y en los gobiernos locales hasta finales de 2015 para conseguir la reforma integral en un plazo de entre dos y tres años.
En China, los funcionarios por encima de cierto nivel solían tener asignados un conductor y un vehículo para facilitar su trabajo. No obstante, muchos han utilizado los coches para fines privados, con lo que han causado un despilfarro de fondos públicos y quejas de los ciudadanos.
La última reforma en este sector se produce en el contexto de una campaña de austeridad desarrollada por el país, que pretende construir un gobierno más limpio y transparente. Fin