La lucha de clases contra los terratenientes y contrarrevolucionarios fue una norma en China en 1963, cuando Mao Zedong singularizó a un pueblo en el este del país por su manera de resolver las disputas.
Fengqiao en la Provincia de Zhejiang destacó por una práctica para resolver los conflictos sociales entre los propios residentes, antes de entregarlos a las autoridades superiores.
La Experiencia Fengqiao, como se le conoce oficialmente, es aún vista como una práctica ejemplar en la China de hoy.
En un informe de trabajo el lunes por el Tribunal Popular Supremo a la máxima legislatura, el jefe de Justicia Zhou Qiang dijo que la Experiencia de Fengqiao alienta la armonía social y debería ser empleada más veces.
China ha cambiado en forma significativa en las últimas cinco décadas. En 1963, los efectos de una hambruna de tres años entre 1958 y 1961 aun se sentían.
Ahora, la segunda economía más grande del mundo es también el principal mercado del orbe. La pobreza ha sido reducida en forma drástica y ahora menos de 100 millones de personas viven bajo la línea de la pobreza.
Pese a las grandes avances en el desarrollo económico y el progreso social, las disputas y conflictos resultan aún comunes en la China de hoy. Las personas se quejan de pérdida de tierra, corrupción y contaminación.
Funcionarios, obsesionados por la estabilidad, están siempre en busca de mecanismos como la Experiencia Fengqiao para resolver las quejas públicas.
China aún tiene que construir canales para dar voz a grupos y salvaguardar sus intereses, dijo Shao Xiaoying, una profesora asociada de ciencias sociales en la Universidad Fudan en Shanghai.
Se requiere una mejoría de los servicios sociales para millones de migrantes que son vulnerables a la injusticia social, dijo Shao. (Continúa)