El grupo de trabajo conjunto de China se ha reunido con la primera partida de familiares de los pasajeros chinos que viajaban a bordo del vuelo MH370 desaparecido que llegó a Kuala Lumpur hoy martes por la mañana.
Al encuentro siguió una reunión entre dicho grupo y funcionarios de Malaysia Airlines, informó el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Qin Gang, en una conferencia de prensa regular celebrada en Beijing.
El grupo de trabajo instó a la aerolínea malasia a que garantice las necesidades de los familiares y mantenga actualizado el progreso de la búsqueda del avión desaparecido, dijo Qin.
El grupo de trabajo, compuesto por 13 funcionarios procedentes de los ministerios de Relaciones Exteriores, de Seguridad Pública y de Transportes, así como de la Administración de Aviación Civil de China, llegó a Kuala Lumpur la noche del lunes.
Los miembros del grupo también pidieron a Malasia que coordine la búsqueda y el rescate multinacionales y acelere la investigación, indicó Qin.
Cinco barcos chinos ya están buscando el avión desaparecido en las aguas en torno a la última posición conocida del vuelo MH370. Otros tres barcos llegarán a las mismas aguas a últimas horas del martes o primeras del miércoles.
Qin dijo a la prensa que otro grupo de funcionarios también se había reunido en Beijing con familiares de los pasajeros desaparecidos.
"También nos reunimos con representantes de Malaysia Airlines en Beijing, y les pedimos que traten adecuadamente la situación e informen a tiempo a los familiares de los esfuerzos de búsqueda", añadió Qin.
En cuanto a los pasajeros con pasaportes robados, Qin dijo que no existen evidencias de que hubiera más documentos sustraídos a bordo. El Ministerio de Seguridad Pública ha enviado ya un equipo para asistir en la investigación, aseguró Qin.
El Boeing 777 desapareció del radar a primeras horas de la mañada del sábado con 227 pasajeros, entre ellos 154 chinos, y 12 miembros de la tripulación a bordo mientras realizaba el recorrido entre Kuala Lumpur y Beijing.
Docenas de barcos y aviones de unos diez países, incluidos China, Malasia, Vietnam, Singapur y Estados Unidos, están rastreando las aguas que rodean la última posición conocida del vuelo, pero de momento no se han hallado pruebas concluyentes.