Los vehículos han sido considerados como una de las principales fuentes de la grave niebla tóxica que ha envuelto a Beijing en los últimos años. Un equipo de investigación de la Academia China de Ciencias estimó que el humo de escape de los vehículos contribuye al 22,2 por ciento de las partículas PM2,5 de la ciudad, lo que supera a las emisiones industriales. Las PM2,5 son partículas en suspensión que miden menos de 2,5 micras de diámetro, lo cual puede suponer riesgos para la salud.

Se calcula que el sistema de transporte público tendrá dos millones de pasajeros en un día de emergencia, dijo esta tarde Fang Ping, subdirector de la Comisión Municipal de Transporte de Beijing, en una conferencia de prensa.

Se requerirán autobuses, trenes y tranvías adicionales. El transporte público será extendido en 30 minutos para enfrentar la presión, indicó Fang Ping.