Los ciudadanos de Beijing se sorprendieron hoy viernes al observar una vívida imagen tridimensional de Machu Picchu, conjunto cultural y arqueológico patrimonio de la humanidad y del Perú, en un centro comercial de la ciudad.

La obra de anamorfosis (arte que juega con la perspectiva para crear una vista tridimensional), pintada en el suelo, muestra al público chino la belleza de un Machu Picchu en su tiempo de prosperidad, con llamas pastando y los pobladores del "valle sagrado" contemplando su hogar.

Pese a que la imagen de las ruinas de Machu Picchu se conoce ampliamente como el símbolo de la cultura peruana, "quiero pensarlo e imaginarlo como si fuera algo vivo", explica a Xinhua César Paredes Pacora, artista peruano especializado en la pintura en pavimento en 3D.

"Para mí la cultura peruana no es una ruina", dice el madonnari, el único de Perú, quien afirma querer presentar a sus espectadores chinos una civilización milenaria de los incas viva, para corresponder al "altísimo nivel que considero es la cultura china".

Perú pretende mostrar al pueblo chino su tesoro cultural explorando el espacio que es el arte moderno, o, como en el caso de César Paredes y su anamorfosis, con técnicas modernas pero de temáticas tradicionales, indica un funcionario de la emabajada peruana en Beijing, organizadora de la exposición que se inaguró en la plaza del centro comercial SOGO de Beijing.

El artista también creará una pintura con motivos de danza folklórica del país andino para el centro de estudios peruanos que se establecerá en la Universidad Normal de Hebei, confirma la misma fuente.

Destaca Paredes la importancia para un artista de respetar su propia identidad cultural, sobre todo para quienes provienen de tradiciones antiguas como la china y la peruana.

El artista lamenta que en la actualidad una importante parte de la cultura tradicional/folclórica del Perú se haya deteriorado, a la vez que convoca a los artistas de todos los países a que dediquen esfuerzos a la causa de la preservación cultural.

Por otro lado, el pintor señala que sus obras de anamorfosis son un arte efímero, que dura muy brevemente antes de desaparecer. Según Paredes, hacer las pinturas en el pavimento es "dar el cien por cien de mí, vivir el momento, dar mis máximos esfuerzos para que la gente lo vea, y es todo". De ahí, a seguir avanzando y mejorando.

Mientras el personal del centro comercial se preocupa por conservar la obra de manera perpetua y el público entusiasmado por tomar fotos con el Machu Picchu como fondo, César Paredes confirma que continuará pintando Perú y llevando su arte a todo el mundo. "Soy feliz", repite el artista durante la entrevista.

César Paredes Pacora, de 31 años de edad, es estudiante de la Universidad de San Martín de Porres de Perú. Su carrera como artista de anamorfosis comenzó en 2007 y ha ganado reconocimiento a escala mundial.