Una ceremonia con motivo de la llegada a la cima del edificio más alto de China, que se prevé culminar en 2015, se celebró hoy sábado en la metrópolis oriental de Shanghai.

Los trabajadores de construcción colocaron la última viga en la estructura principal de la Torre de Shanghai, ubicada en la zona financiera y comercial de Lujiazui, en el distrito de Pudong de Shanghai.

El rascacielos de 125 pisos mide 580 metros de alto y alcanzará 632 metros de altura tras su finalización.

La torre se convertirá en un edificio emblemático de Shanghai, dijo Fang Qingqiang, ingeniero jefe del proyecto.

El edificio incluye oficinas, espacios comerciales, un hotel de cinco estrellas, salas de exposiciones y conferencias, así como instalaciones de recreo, añadió Fang.

La ceremonia supone el inicio para atraer negocios al complejo, aseguró Gu Jianping, presidente de la Compañía de Construcción y Desarrollo de la Torre de Shanghai.

El edificio satisfará la demanda de oficinas de lujo de la ciudad, que quiere convertirse en un centro financiero internacional y zona de comercio libre, añadió Gu.