Liu Cixin, uno de los escritores de best sellers de ciencia ficción de China, dijo que llegar al espacio exterior significa ver otros mundo y él cree que puede cumplir su sueño de viajar allá mientras viva.

Liu comenzó a publicar su trilogía "Three Body" en 2008, llamadas "Three Body", "Dark Forest" y "Dead End", libros que han atraído una enorme atención de los aficionados a la ciencia ficción.

"La exploración espacial de la humanidad está en su periodo inicial y por ello conlleva muchos riesgos. Pero con un mayor desarrollo científico, podría convertirse en algo normal para el ciudadano promedio. Los vuelos en aeroplano dentro de la atmósfera son un buen ejemplo", señaló Liu.

El autor pronosticó que dentro de un siglo, la humanidad podrá poner su pie en todos los planetas del sistema solar y podrá haber mucha gente viviendo en Marte y en la luna.

Las industrias pesadas podrían ser transferidas a las órbitas geoestacionarias de la Tierra, mucha gente podría trabajar en el espacio exterior y los viajes espaciales podrían convertirse en algo tan simple como volar en un aeroplano, señaló.

"El espacio exterior seguramente se volverá una parte importante de la vida diaria de la gente y ya no será un misterio ni estará lejos de nosotros", añadió.

Zhao Yang, investigador adjunto del Museo de Ciencia y Tecnología de China, calificó a este día como "el día para los aficionados del espacio". Zhang se especializó en historia del programa espacial y es un gran fanático de los vuelos espaciales y de la ciencia ficción.

La humanidad es terrícola y puede sentirse muy incómoda al perder la gravedad en el espacio y, por otro lado, los vuelos espaciales largos pueden ejercer una enorme presión psicológica, comentó Zhang.

Para hacer más fáciles estos asuntos, sugirió "podríamos usar simulación de vida real y tecnologías de red para permitir que los astronautas se sientan en casa y hablen con su familia en la Tierra".

Zhao cree que en 100 años, la humanidad habrá aterrizado en Marte en múltiples ocasiones y establecido asentamientos en los polos norte y sur de la luna.

Por otro lado, el hombre habrá enviado sondas de inteligencia artificial con la energía de cohetes eléctricos y tecnologías de navegación por fotones en sus prmeros viajes a la estrella Alfa Centauri que está a 4,2 años luz de la Tierra. Los científicos podrán llegar ahí en décadas y enviar datos de regreso a la Tierra, dijo el académico.

"En ese tiempo, los detectores, cables y cámaras podrían ser piel, oídos, ojos y el cerebro de un científico", declaró Zhao.

"Aunque yo no pueda ir allá, mi imaginación ya hizo el viaje", agregó. Fi