Nuevas amenazas y peligros empezaron a surgir hoy, el cuarto día de los esfuerzos de rescate y ayuda desde que ocurrió el terremoto de 7,0 grados de magnitud en el distrito de Lushan de la provincia de Sichuan, suroeste de China.
La lluvia empezó a caer en la mañana en la región, obstaculizando el trabajo de ayuda y representando amenazas tales como desprendimientos de tierra provocados por la lluvia y posibles brotes de enfermedades.
En la aldea de Yuxi del distrito de Baosheng, cientos de residentes se han trasladado a tiendas de campaña resistentes al agua y han dejado las que ellos mismos construyeron.
La policía armada estableció 20 tiendas de campaña para aldeanos y los ayudó a trasladar sus pertenencias al interior.
El Centro Meteorológico Nacional dijo que en los próximos días caerá lluvia moderada en la región afectada por el sismo, lo que añadirá dificultades al trabajo de ayuda.
"Ese clima está obstaculizando nuestro trabajo de rescate y ayuda y es riesgoso operar maquinaria grande en tales circunstancias", comentó Zhang Yefu, un ingeniero que encabeza a un equipo de construcción de albergues temporales en la cabecera distrital de Lushan.
Las condiciones de higiene en la región están lejos de ser satisfactorias porque no hay agua limpia suficiente y los lugareños necesitan retretes.
"La gente en el pueblo bebe agua de pozos o de manantiales montañosos, pero no tenemos idea si está lo suficientemente limpia o si es adecuada", comentó Yang Yumei de 43 años de edad, del pueblo de Lingguan en el distrito de Baoxing, uno de los más afectados por el terremoto.
Zhang Zuyun, subjefe del Departamento de Salud provincial de Sichuan, mencionó que el suministro de agua potable a los residentes locales es un problema e indicó que algunas personas sufren diarrea.
Zhang comentó que la autoridad local de salud está tratando de enviar aparatos para analizar la calidad del agua al pueblo.
En la Escuela Secundaria Lingguan se instalaron tiendas para albergar a cerca de 1.000 personas, que tienen que compartir unos cuantos retretes del edificio de la escuela.
Debido a que el agua y la electricidad no se han restablecido, los baños están sucios.
Un equipo de asistencia para caso de desastres de la Fuerza Aérea de la Región Militar de Chengdu empezó a realizar labores de prevención de epidemias rociando insecticida y desinfectantes en las regiones más afectadas.
He Qiang, director de salud de la fuerza aérea, comentó que los mosquitos deben ser eliminados y el excremento y la basura deben ser manejados apropiadamente.
"La prevención de epidemias es clave en el trabajo después del sismo, aunque no han habido brotes epidemiológicos hasta ahora", declaró Zheng Xuexiang, director de logística de la fuerza aérea.