El "sueño chino", concepto propuesto por el actual presidente de China, Xi Jiinping, y las perspectivas de los lazos sino-chilenos constituyeron el centro de los análisis durante el seminario "China y sus desafíos en la era Xi Jinping: Perspectivas para Chile", celebrado este viernes en esta ciudad.

En el panel participó el senador y ex presidente de Chile Eduardo Frei (1994-2000), quien dijo que las relaciones sino-chilenas necesitan "un nuevo impulso", aunque consideró que hoy "son buenas, pero hay que acrecentarlas".

Frei resaltó que los vínculos bilaterales, que tienen más de 40 años, se han enriquecido permanentemente en los últimos años, pero no lo suficiente y "se necesita un nuevo impulso y eso significa más inversiones mutuas".

Anunció que próximamente, como presidente del comité del senado para las relaciones con China, visitará Beijing "para reflexionar cómo se encuentra esa nación tras el cambio de la dirigencia y repasar el estado de las relaciones bilaterales".

Fernado Reyes Matta, ex embajador en China y director del Centro Latinoamericano de Estudios sobre China de la Universidad Andrés Bello, afirmó que "es necesario comprender el significado profundo del "sueño chino" formulado por el presidente Xi Jinping, que expresa la necesidad de alcanzar una sociedad modestamente acomodada, ser un país rico y poderoso y un pueblo dinámico y feliz.

Explicó que el seminario, donde participaron expertos en temas asiáticos, se había convocado para "identificar o tratar de visualizar cuáles son los desafíos que vienen en la era Xi Jinping, cuyo gobierno se ha propuesto crecer anualmente un 7,5% hasta el 2020 y hacer cambios en los sistemas financieros y de servicios".

A su juicio, el mundo está mirando esta etapa de la historia de China con "más interés que nunca, porque alrededor del 2020 se convertirá en la primera economía mundial en términos del Producto Interno Bruto (PIB)".

Indicó que los nuevos líderes se han propuesto que "el ingreso del pueblo chino sea en el 2020 el doble, tomando como referencia el 2010", y también crear una amplia red de seguridad social y seguir luchando contra la corrupción.

Reyes Matta insistió en que en China "hay una dinámica social contemporánea a través de su propio sistema, que es muy fuerte e importante" y tiene la oportunidad histórica para avanzar.

Por su parte, Osvaldo Rosales, director de Integración y Comercio Internacional de la CEPAL, abordó la asunción de la nueva dirección política china desde el ángulo económico, "luego de 34 años de una descomunal transformación económica en China, con un crecimiento medio del 10% anual de su PIB".

Mencionó cinco rasgos económicos de ese proceso chino: 1) "La industrialización más intensa que ha conocido la humanidad: Ha conseguido en 30 años lo que a Inglaterra y Estados Unidos les llevaron 200 años".

2) "Ha tenido el proceso de urbanización más acelerado de la historia. En 1950, el 13% de la población china era urbana; en 2007, 45%, y en el 2020 se espera sea de 60%, y en 2030 tres cuartas partes de la población será urbana.

3) La reducción de la pobreza, también la más intensa en la historia de la humanidad: 500 millones de chinos han escapado de la pobreza en las últimas tres décadas.

4) El salto más violento y regresivo en la distribución del ingreso, haciendo que la desigualdad sea similar a la de la región latinoamericana, que es la más desigual del mundo.

5) Un gran costo ambiental. Se estima que 20 de las ciudades más contaminadas del mundo están en China, que es principal consumidor de energía del mundo.

Rosales destacó los avances del país en materia de la eficiencia en las centrales térmicas son notables y hoy son más eficientes que las estadounidenses, indicando que están renovando esas plantas una por mes y podría en el 2020 renovarlas todas.

Sostuvo que China es el primer productor de equipos para energías renovables, el líder mundial en hidroeléctricas de baja escala, el principal productor de paneles solares y su eficiencia energética ha ido aumentando en los últimos años.

El funcionario de la CEPAL mencionó como sus desafíos el balance entre crecimiento y medio ambiente; avanzar en innovación; y la red de protección social, y sus externos: el buen funcionamiento de las instituciones globales porque de lo contrario China podría ver afectado su desarrollo.

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