"Sueño chino" de directora del Instituto Cervantes de Beijing: seguir viviendo en China

La directora del Instituto Cervantes de Beijing, Inma González Puy, también tiene su "sueño chino": seguir viviendo y trabajando en este país con el objetivo de servir de puente para que los chinos y los españoles se entiendan mejor.

La directora del Instituto Cervantes de Beijing, Inma González Puy, también tiene su "sueño chino": seguir viviendo y trabajando en este país con el objetivo de servir de puente para que los chinos y los españoles se entiendan mejor.

Inma, que lleva cerca de 30 años viviendo en China, dijo que seguirá trabajando para estrechar los lazos entre los dos pueblos a través de la cultura, que es el papel que desempeña el instituto, el mayor de su tipo en el mundo.

"La lengua es uno de los recursos más importantes con el que contamos para conocernos mejor", destacó la directora del instituto, que asumió su cargo en 2006.

Las relaciones de Inma con China empezaron cuando ella era muy joven. Tras leer algunos libros relacionados con China, como "La buena tierra" en la que la escritora estadounidense Pearl S. Buck describe la vida de los campesinos chinos, se apasionó por este país. "Tenía clarísimo desde el primer momento que quería vivir en China, y mi apuesta era claramente por venir a este país y conocer su cultura", manifestó.

La joven Inma sentía que tenía que aprender chino. Sin embargo, en la década de los 70 del siglo pasado, en España había muy pocos lugares donde se pudiera aprender. Tras una temporada de aprendizaje muy informal, Inma fue a Taiwan y, finalmente, en 1979 consiguió llegar a Beijing.

"La vida en China era muy complicada. Intentaba salir y conocer gente, pero los chinos eran muy reticentes a comunicarse con los extranjeros, por lo que no podía tener una relación normal con ellos", recordó.

La situación fue cambiando progresivamente tras la puesta en marcha de la reforma y la apertura del país al exterior. En 1983, Inma se incorporó a la Embajada de España en China como agregada cultural. Allí trabajó durante 20 años.

"China estaba abriendo las puertas y llegaba todo tipo de información. Era un momento muy importante para la cultura y el arte contemporáneos chinos", añadió

Inma trabó fácilmente amistad con algunos de los músicos pioneros del país, entre ellos, las primeras estrellas del rock nacional como Cui Jian o He Yong, así como el grupo Tang Chao. "En los años ochenta no había promoción para los conciertos, y todo circulaba de forma muy cerrada. Alquilábamos lugares como parques para que pudieran tocar", contó.

A Inma le sucedió algo parecido con el arte. En aquella época, no había galerías para exponer las obras de artistas que ahora son muy reconocidos como Zhang Xiaogang, Fang Lijun, Liu Wei. "Zhang Xiaogang, que vivía en Sichuan, vino a Beijing para ver si poder vender algunas obras y continuar con su trabajo. Organizábamos exposiciones en los apartamentos privados, que llamamos 'casas de extranjeros'", recordó.

"Fue un periodo apasionante. Me considero una gran privilegiada de haber tenido la ocasión de vivir esos años", expresó. Justamente en ese periodo, Inma conoció al músico que posteriormente se convertiría en el hombre de su vida.

Liu Xiaosong, uno de los mejores percusionistas chinos, aparece ahora en el famoso programa de televisión Woshigeshou, que en chino significa "Soy cantante", de la cadena local de la provincia de Hunan.

Cuando conoció a Inma, Liu era solamente un batería de la Compañía de Opera de China. Con la ayuda de Inma, el músico se desplazó a España para estudiar percusión. Tras volver a China, Liu se convirtió en el batería de la banda de Cui Jian.

"El amor es ciego. Te casas con la persona de la que te enamoras, da igual que sea chino o de cualquier otro lugar", aseguró Inma. Sin embargo, en aquel momento no era habitual que los chinos se casaran con extranjeros, y algunos pensaban que su matrimonio no podía funcionar.

"Existían muchas diferencias culturales, ya que habíamos crecido en sociedades muy distintas. Pero el amor puede con todo. Casi no nos hemos dado cuenta de que ya llevamos treinta años juntos", agregó.

Después de tres décadas viviendo en China, Inma opina que este país ya es otro diferente. "Los cambios han sido muy positivos. La gente tiene una capacidad adquisitiva que antes no se podía ni imaginar, disfruta de un nivel de vida que ha mejorado en todos los sentidos, dispone de una amplia oferta de ocio y puede salir de viaje", afirmó.

Sin embargo, Inma advirtió de que los valores sólidos no tienen que pasar solamente por la capacidad de consumir. "Creo que hay mucha gente que está reflexionando sobre otro tipo de valores y está tomando conciencia de algunos problemas importantes como puede ser ahora mismo el medio ambiente. Estamos respirando un aire que no es sano ni para nosotros ni para nuestros hijos", destacó.

Asimismo, la directora de la institución instó a recuperar la antigua bicicleta para moverse por la ciudad en lugar de los automóviles. "El ayuntamiento de Beijing ha puesto en marcha un servicio de alquiler de bicicletas públicas, lo que es una gran idea. Todos tenemos que ser conscientes de que el cambio empieza con cada uno al tomar medidas todos los días", puntualizó.

China y España acogieron en marzo el 40º aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas. Según la directora, las relaciones sino-españolas siempre han sido excelentes. "China considera a España el mejor socio estratégico en Europa. Esperamos que con las visitas mutuas de las autoridades, se estrechen este año aún más las relaciones", destacó.

En este sentido, el instituto está preparando una serie de actividades como exposiciones y festivales musicales a lo largo de este año. "Contaremos con la presencia de José Carreras en la inauguración del festival que se celebrará en Beijing en abril", anunció.

Según los datos del instituto, el número de alumnos que aprenden español en la institución llegó el año pasado a casi 5.000. "El español es un excelente recurso para la integración en el mercado laboral de los alumnos, porque cada día más empresas o ministerios necesitan empleados bilingües con la potenciación de las relaciones chinas con España y el mundo latino", explicó.

"La cultura es el camino que luego lleva a otros terrenos. Es como sembrar una semilla. Las personas que han pasado por aquí, acaban consumiendo productos españoles, viajando a España o integrándose en proyectos comerciales, por lo que todos estos aspectos están completamente relacionados", destacó.

Por lo tanto, la directora propuso crear unas empresas tanto chinas como españolas que apuesten por la cultura con el objetivo de canalizar los demás aspectos. "Primero hay que conocerse, y luego vienen los contactos para establecer relaciones en distintas disciplinas", agregó.

Inma tiene un sueño, que es trabajar en China hasta su jubilación. "Creo que me costaría volver a vivir en España. Mi vida está aquí y mis amigos también. Cuando mi marido y yo nos retiremos, planeamos pasar un tiempo aquí, otro en España y también viajar", aseguró.

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Palabras clave : China, España

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