China ocupa el sitio 101 en un ranking de 187 países y regiones basado en la calidad de vida disfrutada por su población, de acuerdo con un informe publicado hoy por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
China alcanzó un índice de 0,699 en el "índice de desarrollo humano" (IDH) del programa en 2012, arriba del 0,695 de 2011. China sigue arriba del nivel promedio de regiones y de las naciones del BRICS --Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica--, de acuerdo con el Informe de Desarrollo Humano 2013--El crecimiento del Sur: Progreso Humano en un Mundo Diverso.
El informe observa la distinción entre el Sur, definido en términos políticos, de rápido desarrollo y el Norte más desarrollado.
El índice de 0,699 de China en el IDH representa un incremento destacado de 72 por ciento con respecto al 0,407 que registró en esta escala en 1980, o un crecimiento promedio anual de 1,7 por ciento.
El informe anual, cuya primera edición surgió en 1990, examina el cambio profundo en la dinámica mundial impulsada por las nuevas potencias de rápido crecimiento del mundo en desarrollo y sus implicaciones de largo plazo para el desarrollo humano.
El documento considera al IDH como una importante medida de la expectativa de vida, niveles de educación e ingreso para mostrar el panorama.
El director del PNUD para el país, Christophe Bahuet, atribuyó el logro de China a la inversión en agricultura, al establecimiento de zonas económicas especiales, a la creación de acceso a educación de alta calidad, a la promoción de la cohesión social, al aumento de la equidad y a la oferta de acceso a atención médica de alta calidad.
Además de China, más de 40 países en desarrollo han logrado mayores avances en desarrollo humano en las décadas recientes que lo previsto, dice el informe.
El documento revela que por primera vez en 150 años, el crecimiento económico sostenido ha igualado la producción económica combinada de China, Brasil y la India con el producto interno bruto acumulado de Canadá, Francia, Alemania, Italia, el Reino Unido y Estados Unidos.
Para el 2030, más de 80 por ciento de la clase media mundial residirá en el Sur. La región de Asia-Pacífico será hogar de cerca de dos terceras partes de la nueva clase media mundial, prevé el informe.
"El ascenso del Sur carece de precedentes en velocidad y escala. Nunca en la historia han cambiado tan dramáticamente y tan rápido las condiciones y perspectivas de vida de tanta gente", agrega el informe.
Sin embargo, "el crecimiento económico por sí solo no se traduce automáticamente en progreso del desarrollo humano", dijo Renata Dessallien, coordinadora residente de la ONU y representante residente del PNUD en China, en un discurso para presentar el informe en Beijing.
"Las políticas a favor de los pobres y la inversión significativa en las capacidades de la gente, enfocada en la educación, la nutrición y la salud, y las habilidades para el empleo son esenciales para expandir el acceso al trabajo decente y ofrecer progreso sostenido", subrayó.
El informe también indica que el Sur enfrenta desafíos de largo plazo compartidos por los países industrializados del Norte, incluido el envejecimiento de la población, la presión medioambiental, las desigualdades sociales, la disparidad entre preparación educativa y oportunidades de empleo y la necesidad de un compromiso civil significativo.
La falta de acción sobre medio ambiente tiene el potencial de detener e incluso revertir el avance en desarrollo humano en los países más pobres del mundo, advierte el informe.
El número de gente en pobreza extrema podría incrementarse en hasta 3.000 millones para el 2050 a menos que se eviten los desastres medioambientales por medio de la acción mundial coordinada, agrega. Fi