China se abrirá aún más al exterior en el futuro, aseguró hoy viernes el ministro de Comercio chino, Chen Deming.
Chen desmintió así que China se haya estancado en su proceso de apertura y cumplimiento de los compromisos contraídos a raíz de su entrada en la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2001.
"Hemos concluido recientemente las negociaciones con 15 países para el establecimiento de zonas de libre comercio, y en estos momentos estamos discutiendo con otros 13 países la creación de otras nuevas", anunció Chen en una rueda de prensa celebrada paralelamente a la sesión anual en curso de la Asamblea Popular Nacional (APN), la máxima legislatura del país.
China está negociando con Estados Unidos un acuerdo de protección de la inversión bilateral (BIT, por sus siglas en inglés).
Asimismo, la segunda mayor economía del mundo está impulsando la discusión de las zonas de libre comercio con la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés), que reúne a los diez miembros de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN) más China, India, Japón, la República de Corea (ROC), Australia y Nueva Zelanda, agregó.
China también está participando en conversaciones sobre las zonas de libre comercio con Australia y otras seis naciones del Golfo, y está muy cerca de cerrar acuerdos de libre comercio con Islandia y Suiza, según Chen.
"Seguiremos negociando tratados de libre comercio con otros países y organizaciones regionales, pero primero nos centraremos en promover la cosecha de los primeros resultados de las conversaciones comerciales mantenidas en la Ronda de Doha", declaró Chen.
China lleva intentando entrar en el Acuerdo de Contratación Pública de la OMC desde 2007. En 2012, el país volvió a presentar su oferta de precios por cuarta vez, y fueron mejor recibidos que en las tres ocasiones anteriores.
"Esto indica que nos abriremos aún más al mundo en el futuro", dijo el ministro de Comercio.
Para hacer realidad la política nacional de desarrollo pacífico, China y el mundo deben abrirse el uno al otro, indicó Chen, si bien durante ese proceso, China debe tomar sus propias decisiones.
La apertura debe beneficiar los esfuerzos del país por transformar su patrón de desarrollo económico y ajustar su estructura económica. También ha de facilitar la innovación, reforma y desarrollo del país, explicó.
"Desde mi punto de vista, la apertura tiene por fin introducir el poder de la economía de mercado global a China. Y aunque esto significa que nuestras compañías se encontrarán con una competencia de mercado encarnizada, ésta las ayudará a fortalecerse y prepararse para salir al exterior y participar de manera significativa en la cooperación global", dijo.
Chen listó los pasos a seguir para profundizar en dicho proceso, como la apertura de nuevos sectores, como el de servicios, y la mejora de los modelos de apertura regionales, tanto las internas como las fronterizas. También debe equilibrar el comercio exterior mediante la estabilización de las exportaciones y el crecimiento de las importaciones.
Asimismo, el país buscará el desarrollo común entre la "entrada" y "salida" del capital, cuidando especialmente el proceso de salida del mismo, dada la situación actual, añadió Chen.
China participará en la gobernanza económica mundial para salvaguardar el sistema de comercio multilateral, el establecimiento de áreas de libr comercio y la creación de un ambiente justo y abierto para el comercio internacional, añadió el ministro de Comercio.