China debe forjar sus propias armas contra la corrupción

El secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), Xi Jinping, prometió luchar de manera inquebrantable contra la corrupción golpeando tanto a los "tigres" como a los "mosquitos" (dirigentes de alto rango y funcionarios de bajo nivel) durante una reunión de la Comisión Central de Control Disciplinario del PCCh celebrada el 22 de enero.

Xi también pidió fortalecer aún más la restricción y supervisión en el uso del poder. "El poder debe ser contenido dentro de la jaula de las regulaciones", dijo.

El discurso de Xi exhibe la voluntad del Gobierno Central para combatir la corrupción. Su énfasis en la restricción del poder demuestra el consenso de la sociedad sobre el tema. No hay una fuerza de apoyo al abuso del poder en China.

La corrupción es ampliamente considerada como un problema complicado en China y la voluntad del Gobierno Central es una de las condiciones previas para combatirlo. El siguiente paso consiste en buscar el progreso y los resultados.

La lucha contra la corrupción no podrá avanzar hasta que el poder esté limitado dentro de la jaula de las reglaciones. La pregunta es qué tipo de "jaula" China debe construir. El país desea resolver el problema, pero la sociedad carece de un entendimiento común de esto.

La mayoría de las experiencias en la lucha contra la corrupción proviene de los países desarrollados, y estas estrategias no han tenido los mismos efectos cuando se utilizan en muchos de los países en desarrollo.

Es imposible que China construya la misma "jaula" como la de los países occidentales. De lo contrario, puede tener las experiencias de los países del Sur y el Sudeste asiáticos: Ser incapaz de frenar la corrupción pero conducir el país a una gran incertidumbre.

China debe aprender de las experiencias de otros países, pero a la vez motivar a sí mismo a resolver sus propios problemas sobre la base de la situación del país.

China es un inmenso país encargado de una pesada tarea de desarrollo, lo que requiere que el Gobierno chino desempeñe un papel más activo que sus homólogos occidentales y que tenga mayores capacidades de la toma de decisiones. La restricción del poder puede entrar en conflicto con estos requerimientos. Esta es la dificultad real que China se enfrenta.

Los gobiernos de diversos niveles deben conservar la capacidad de la toma de decisiones, mientras que el poder de los funcionarios debe ser restringido y las "zonas grises" prohibidas.

China ya es uno de los países que aplican los castigos más duros para la corrupción. Pero los severos castigos no pueden detener la corrupción por completo. Por lo tanto, el público espera una "jaula" institucional.

Dado que las declaraciones juradas de bienes de los funcionarios se han convertido en el foco de la opinión pública y muchos estudiosos dan sugerencias sobre la manera de su promoción, es necesario que el gobierno responda directamente. Por otra parte, el público ha participado activamente en la supervisión con la ayuda de Internet, por lo que la "jaula" institucional de China debe integrarse con las fuerzas de las organizaciones de base.

La situación relativa a la lucha contra la corrupción desde el XVIII Congreso del Partido ha sido inspirada. Aunque puede haber muchas dificultades por delante, no tenemos ninguna razón para darnos por vencidos.

   Google+
Palabras clave : corrupción, China, Xi Jinping, PCCh

Comentarios(Total 0 comentarios)

Mostrar todos

No comments.
  • Usuario Obligatorio
  • Tu comentario
  • Los comentarios inapropiados o irrelevantes serán suprimidos.