(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – “Un gran error” o “irresponsables”, así de tácitos se mostraron algunos expertos en las relaciones China-Estados Unidos al valorar los recientes comentarios del presidente estadounidense, Barack Obama, y de su rival con vistas a las elecciones de noviembre próximo, el republicano Mitt Romney, sobre la política que Washington debe seguir en relación con Beijing.

Las declaraciones de ambos contendientes en su afán por mantenerse o llegar a la Casa Blanca, según entendidos, podrían llegar incluso a dañar las relaciones bilaterales, aunque no se descarta tampoco que se trate de simples bravuconadas electoralistas que no llegarán a más una vez uno u otro aspirante consiga su objetivo de alcanzar la presidencia.

Uno de los primeros y que con más contundencia rechazó los puntos de vista de Romney, a quien apoya, y Obama fue el ex secretario de Estado de Estados Unidos, Henry Kissinger, uno de los artífices del restablecimiento de las relaciones diplomáticas chino-estadounidenses, en 1979, que tachó de “irresponsables” a ambos candidatos durante su campaña.

Kissinger condenó el lenguaje “extremadamente deplorable” de Obama y Romney al utilizar la palabra “engaño” al referirse a las políticas comerciales de China y criticó que las relaciones entre los dos países se conviertan en una “cruzada”, según declaró el miércoles en una conferencia en la capital de EEUU.

Molesto reconoció sentirse el ex secretario de Estado por el hecho de que los aspirantes a la presidencia estén “apelando a la sospecha de China” en sus campañas y en especial porque Romney calificara al país asiático como manipulador de divisas. “Entre la comunidad de quienes tratan con China” casis todos se oponen a esta idea.

“Los teóricos que tienen otras opiniones desean convertirlo todo en una cruzada (…) Pero en realidad ellos no han estudiado a China ni han lidiado con ella”, afirmó Kissinger en un conferencia de prensa ofrecida en el Centro Woodrow Wilson, en Washington, en la que recordó que este tipo de estrategia no son nada nuevas en las carreras electorales de Estados Unidos y confió en que, una vez en el poder, el nuevo presidente trabaje para desarrollar una relación de cooperación.

Otros expertos consultados por el periódico China Daily, como el director del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad Tsinghua de Pekín, Yan Xuetong, recomendó a los líderes estadounidenses adoptar una “actitud diferente” hacia China para subsanar el “impacto negativo” que la actual tiene en la cooperación bilateral.

Tanto Yan como otros analistas locales aconsejaron a Washington que empiece a ver “el dinero chino como algo bueno para la economía estadounidense”, a la vez que le instaron a ser “más transparente y revisar sus inversiones extranjeras”.

“El próximo presidente americano debería habituarse al creciente poder económico de China, dar la bienvenida a la inversión procedente del país, gestionar cualquier tipo de conflicto y aumentar la cooperación”, coincidieron las fuentes consultadas por China Daily.

Aunque Barack Obama llegó a calificar de “ira descubierta” la actitud de Romney hacia el gigante asiático, también destacó que su Administración es la que más causas comerciales ha abierto contra China en las pasadas dos décadas.

La última se produjo el 28 de septiembre, cuando EE. UU. y China abrieron un nuevo frente en la “guerra comercial” que batallan en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC) al acusarse mutuamente de emplear políticas proteccionistas para beneficiar a ciertas industrias nacionales.