Por Zhou Jianxiong
Previo a Río+20, conferencia de la ONU que contó con la asistencia de más de 130 jefes de Estado y de Gobierno, incluido el primer ministro chino, Wen Jiabao, alrededor de 50.000 participantes de diferentes naciones se dieron cita en la sede del encuentro, Rio Centro, para tomar parte en una serie de actividades relacionadas con la conferencia.
Sin embargo, muchas de las metas aún no han sido cumplidas, según la evaluación divulgada por el Programa de la ONU para el Medio Ambiente el 6 de junio. Los problemas persistentes de degradación medioambiental, agotamiento de los recursos naturales y el cambio climático se han agudizado, en tanto continúan surgiendo nuevos problemas causados por el desarrollo regional desequilibrado y la profundización de la brecha de los ingresos en todo el planeta. Muchos han llegado incluso a creer que a menos que se tomen medidas drásticas para revertir la situación, el desarrollo sostenible será un sueño irrealizable.
El fracaso en el cumplimiento íntegro de los compromisos se atribuyó fundamentalmente a la confrontación entre el Norte desarrollado y el Sur en vías de desarrollo sobre cómo enfocar la sostenibilidad.
Como uno de los temas principales en Río+20, la construcción de una economía ecológica fue otro punto de confrontación Norte-Sur. Mientras todos coincidieron en reconocer que el valor económico del capital natural y los servicios ecológicos es un aspecto sumamente importante para garantizar el desarrollo sostenible, aún perduran serias disputas entre las partes sobre la mesa de negociaciones. Nuevamente, la realidad es que los países en vías de desarrollo carecen del capital y la tecnología necesarios para la reestructuración industrial requerida para implementar medidas tales como el comercio de las cuotas de emisiones de dióxido de carbono, mientras que las naciones desarrolladas cuentan con muchos de esos recursos.
Por un momento, el pesimismo reinó en Río de Janeiro. Como resultado de las intensas negociaciones, los compromisos incumplidos y la naturaleza no vinculante del documento final, titulado “El futuro que queremos”, un gran número de participantes considera que el futuro del desarrollo sostenible es bastante incierto.
Chandra Tamirisa, CEO de Transformations LLC., una consultora independiente con sede en Washington, D.C., expresó que "sería interesante ver cómo la ONU coordinará a las naciones y las impulsará”.
En cuanto al desarrollo en el futuro, muchos creen que dependerá de la determinación de los países respecto al cambio que se necesita.