Hasta ahora, sólo 8,2 por ciento de la muralla construida durante la Dinastía Ming sigue intacta, 74,1 por ciento está en malas condiciones y en algunas secciones sólo se mantiene la base, indica el informe.
Una gran parte del muro ha colapsado. "La salvación y mantenimiento de los vestigios de la Gran Muralla no pueden postergarse", indica el informe.
Para evitar que la maravilla arquitectónica se dañe más, el gobierno central definió una serie de reglamentos sobre la protección de la Gran Muralla en 2006, estableciendo mecanismos de financiación para su protección, restauración y mantenimiento, y prohibiendo las actividades comerciales en la muralla. Sin embargo, funcionarios y expertos en patrimonio cultural señalan que las prohibiciones fueron mal aplicadas en algunas regiones remotas donde el control gubernamental llega difícilmente.
El estudio de cinco años ofrece finalmente al departamento administrativo de patrimonio cultural y a los gobiernos locales "un panorama general y preciso del estado en que se halla la Gran Muralla, que puede servir como una base sólida para los proyectos futuros de protección", dijo Tong Mingkang.
Para el año 2015, la AEPC habrá definido un lineamiento general para la protección de la Gran Muralla y establecerá un sistema de control y alerta para erradicar los riesgos principales y así garantizar la preservación efectiva de uno de los grandes símbolos de China.