Huang Mengfu, vicepresidente del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh), el máximo órgano de asesoría política del país, pidió hacer más esfuerzos para desarrollar la economía privada en China, durante las sesiones parlamentarias anuales.
Huang, también presidente de la Federación Nacional de Industria y Comercio de China (FNICh), hizo la declaración en una entrevista con Xinhua. Indicó que debe establecerse un sistema viable para satisfacer la demanda crediticia de empresas privadas.
Huang indicó que deben establecerse instituciones financieras pequeñas y medianas para proporcionar servicios a empresas privadas, las cuales carecen de garantías pero son vigorosas, capaces y tienen abundantes posibilidades de ventas.
El Consejo de Estado, gabinete de China, pidió a todos los departamentos correspondientes que publiquen las reglas detalladas de cumplimiento de la circular de 36 artículos emitida por el gobierno central en 2010 para impulsar la inversión privada en varias áreas que tradicionalmente han sido monopolizadas por empresas estatales, incluidas las áreas de ferrocarriles, empresas de servicio público y de energía eléctrica, comentó Huang.
"La entrada de los sectores no públicos a sectores monopolizados por el Estado es un paso importante de la reforma económica, lo que crea condiciones favorables para las empresas privadas", añadió Huang.
Huang también pidió la creación de políticas favorable, entre ellas políticas financieras, fiscales y tributarias, así como una publicidad positiva para alentar a las empresas privadas.
De acuerdo con estadísticas de la FNICh, millones de empresas están registradas en más de 40.000 cámaras de comercio subordinadas a la FNICh, y la mayoría de esas empresas son pequeñas y medianas.
Wenzhou, una ciudad en la provincia oriental china de Zhejiang conocida por su próspero sector privado, ha resultado severamente afectada por la crisis de deuda privada.
En 2011, se informó que más de 90 líderes de empresas privadas de la ciudad desaparecieron, se suicidaron o se declararon en quiebra, lo que dejó inválidas deudas por unos 10.000 millones de yuanes (1.580 millones de dólares USA) que debían a los bancos y a acreedores individuales del mercado informal de crédito. Fin