El gobierno no tolerará a los terroristas, puesto que sus actividades violentas son inhumanas y están dirigidas en contra de los civiles, afirmó hoy miércoles Zhang Chunxian, jefe del Partido Comunista de China (PCCh) en la región autónoma uygur de Xinjiang, en el noroeste del país.
La situación en Xinjiang es estable, a pesar de que la región registró el mes pasado otro ataque violento, añadió Zhang, secretario del Comité Regional de Xinjiang del PCCh.
En la noche del 28 de febrero, alborotadores asesinaron al menos a 10 personas e hirieron a varias otras en el distrito de Yecheng, en la prefectura de Kashgar.
Varios testigos dijeron que personas armadas con cuchillos atacaron a peatones inocentes en las calles de Yecheng. Agentes de la policía abatieron a tiros a dos atacantes.
Zhang dijo que el incidente de Yecheng y otros atentados terroristas ocurridos el año pasado en Xinjiang estuvieron relacionados con "los tres males", el separatismo, el extremismo y el terrorismo.
"No se trata de un problema religioso, ni uno étnico. Sus acciones atentan contra la humanidad. Ellos atacaron con cuchillos a ancianos, mujeres y niños utilizando medios extremadamente brutales", señaló Zhang, diputado de la Asamblea Popular Nacional, el máximo órgano legislativo de China, que está celebrando su sesión anual.
"No debemos mostrar clemencia con estos terroristas, y debemos persistir en la lucha contra ellos. No debemos dejar que levanten cuchillos contra nuestras mujeres, niños y personas inocentes", agregó Zhang.
Ubicada en el extremo occidental del país asiático, la región de Xinjiang es hogar de unos 9 millones de habitantes uygur, un numeroso grupo musulmán. Expertos en seguridad opinan que el creciente extremismo religioso en la región ha provocado la mayoría de los atentados violentos.
En el disturbio ocurrido en la capital regional de Urumqi el 5 de julio de 2009, el más violento registrado en varias décadas, un total de 197 personas perdieron la vida y otras 1,700 quedaron heridas. Fin