El crecimiento de la aviación general de China y la apertura del espacio aéreo de baja altitud son "imperativos", pero deberán ser desarrollados en forma prudente en términos de la seguridad estatal y la seguridad del tráfico aéreo, manifestó hoy lunes un asesor político del XI Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh), el máximo órgano asesor político del país.
"El número de aviones de la categoría aviación general de China se incrementará considerablemente para el año 2020", dijo Feng Peide, experto en tecnología de inercia y miembro del XI Comité Nacional de la CCPPCh, quien añadió que la aviación general del país aún está muy por detrás de la de los países desarrollados.
La aviación general se refiere a todos los vuelos privados y comerciales diferentes a los militares, de carga y de aerolíneas. Normalmente, los vuelos de la aviación general, que se hacen en helicópteros y aviones ejecutivos, se realizan en un espacio inferior a los 1.000 metros de altura.
Para ejemplificar el modesto tamaño del sector en el país, durante una entrevista con Xinhua al margen de la sesión anual de la CCPPCh, el experto citó el caso de los helicópteros, que son ampliamente utilizados en labores de atención de desastres y de accidentes de tráfico. "China sólo tiene unos cuantos cientos, mientras que Estados Unidos cuenta con casi 30.000", señaló Feng, también miembro de la Academia de Ingeniería de China.
Junto con otros asesores políticos, Feng ha presentado varias sugerencias sobre el desarrollo de los helicópteros civiles y los aviones ejecutivos en el país, y la mayor parte de sus recomendaciones han sido tomadas en cuenta.
Desde enero, las autoridades abrieron el espacio aéreo por debajo de los 1.000 metros en el noreste, centro y sur de China, así como en seis ciudades piloto.
La decisión es una aplicación de una orden conjunta, emitida en noviembre de 2010 por el Consejo de Estado (gabinete) y la Comisión Militar Central, para abrir parte del espacio aéreo de baja altura por primera vez.
"Es sólo un comienzo", dijo Feng, y añadió que es necesario realizar estudios sobre las estrategias para garantizar la seguridad del Estado y la seguridad del tráfico aéreo.
Actualmente el espacio aéreo de baja altura está controlado por la Fuerza Aérea y la Administración de Aviación Civil de China. Quienes desean realizar vuelos privados deben solicitar aprobación oficial, un proceso complicado y demorado que ha entorpecido la demanda para este tipo de servicios. Fin